RELEVO EN UNA ENTIDAD FINANCIERA

El Banco Santander arranca la era post Emilio Botín

Ana Patricia Botín liderará un banco que es mayor que el PIB de España

Banderas a media asta en la Ciudad del Banco Santander.

Banderas a media asta en la Ciudad del Banco Santander. / DAVID CASTRO

OLGA GRAU / BARCELONA

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El Banco Santander ha vivido la semana más difícil de su historia tras la muerte inesperada de su presidente, Emilio Botín, a la edad de 79 años. Las transiciones en las grandes corporaciones siempre son complicadas, especialmente si son súbitas. Pero si la entidad es además el undécimo banco del mundo, por detrás de cinco bancos americanos, cuatro chinos y uno australiano (Wells Fargo, JP Morgan, Industrial and Commercial Bank of China, China Construction Bank, HSBC, Bank of America, Citigroup, Agricultural Bank of China, Bank of China y Bank of Australia), el relevo genera una enorme tensión interna y externa, en la plantilla, en los clientes, en los mercados y en las instituciones de los países en los que la entidad opera.

Por este motivo, el protocolo de sucesión en el Santander se activó rápidamente el pasado miércoles y, apenas seis horas después de que la muerte de Botín fuera notificada, el consejo de administración del banco aprobaba el nombramiento por unanimidad de su hija Ana Patricia como sucesora. De esta manera, se convertía en la única mujer al frente de uno de los mayores bancos del mundo y una de las mujeres más influyentes de las finanzas.

Más de un billón de euros

El Santander, con más de un billón de euros de activos (cantidad superior a todo el PIB español y también a la deuda), afronta un reto enorme tras perder al patriarca que ha liderado la entidad hasta convertirla hoy en un banco cuyos tentáculos son más poderosos que muchos gobiernos del mundo.

El banquero que revolució el mercado español rompiendo un monopolio repartido entre los grandes bancos españoles de la época de la transición, el que introdujo las cuentas remuneradas, el que apostó con fuerza antes que ninguno por América Latina, el que convirtió un banco que era el séptimo español en el primero de Europa, ha fallecido dejando atada su sucesión, a pesar de que negó públicamente hasta el final la posibilidad de que se produjera un relevo en vida.

El banquero cántabro esperaba seguir muchos años más como presidente del banco y superar incluso el récord de su padre, Emilio Botín Sanz de Sautuola López, que le cedió la presidencia del Santander a la edad de 83 años.

Pero lo cierto es que cuando Emilio Botín, nombró al nuevo consejero delegado, Javier Marín, para sustituir a Alfredo Sáenz, hace apenas un año, no lo hizo sin antes comentarlo con su hija, la persona que él había designado para sucederle, según explican en su entorno más cercano. Botín, a quien le gustaba explicar que tenía ganas de seguir "10 o 20 años más al frente del banco", tenía su relevo más pensado de lo que dejó nunca entrever en sus comparecencias públicas.

La nueva presidenta, cuarta generación de banqueros Botín, se estrenará este lunes con la primera junta general de accionistas del banco, en la que trabajaba intensamente su padre antes de su muerte.

Para Botín, era una junta trascendente porque le iba permitir tomar el control del 100% de la filial brasileña del Santander, en un mercado que es el primero en aportación de beneficios y en el que esperaba poder realizar muchas más operaciones si se le ponían a tiro bancos a los que comprar. "Se puede ganar mucho dinero si se gestiona bien", explicaba Emilio Botín a un grupo de periodistas apenas cuatro días antes de fallecer.

Pesos pesados

Ana Patricia, quien previsiblemente dirigirá unas palabras en memoria de su padre durante la junta, cuenta con el equipo de confianza de Emilio Botín para llevar a cabo la transición en el Santander. El vicepresidente primero, Fernando de Asúa; el vicepresidente segundo, Matías Rodríguez Inciarte; y el tercero, Rodrigo Echenique, son tres pesos pesados de la banca española. En su equipo directivo, cuenta, además de con Marín, con directivos con amplia experiencia, como Enrique García Candelas.

Entre los planes de la presidenta estaría la renovación del consejo de administración, para incorporar a gente más joven, aunque no a corto plazo. Actualmente, el principal órgano de gobierno del Santander está formado por Sheila C. Bair, Javier Botín-Sanz de Sautuola y O'Shea, Rodrigo Echenique Gordillo, Esther Giménez-Salinas i Colomer, Ángel Jado Becerro de Bengoa, Abel Matutes Juan, Juan Rodríguez Inciarte, Isabel Tocino Biscarolasaga, y Juan Miguel Villar Mir.

Santander ha dejado patente la capacidad de adaptación y diversificación durante la crisis y Ana Patricia Botín deberá afianzar este proceso en los próximos años. Mejorar la cuota de mercado en España sin haber realizado integraciones durante la reestructuración financiera, rebajar la ratio de eficiencia del actual 46% hasta el 40%, aumentar la rentabilidad de la filial británica para sacarla a bolsa, incrementar el negocio en EEUU y en América Latina y mantener la influencia en Europa sin retroceder ante el HSBC o el BNP Paribas son los retos más inmediatos de la nueva presidenta. Una labor ingente.