resultados de la gran prueba europea

La banca supera la crisis pero no garantiza el crédito

El logotipo del euro ante la sede del BCE en Fráncfort

El logotipo del euro ante la sede del BCE en Fráncfort / agz

PABLO ALLENDESALAZAR / MADRID MAX JIMÉNEZ BOTÍAS / BARCELONA

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La banca española ha superado su crisis, epicentro de la debacle económica del país de los últimos años y motivo principal de que el Estado estuviese al borde del rescate europeo y de que España corriese el riesgo de salir del euro. Esa es la principal conclusión del examen que el Banco Central Europeo (BCE) ha realizado al sistema financiero de la eurozona, cuyos resultados se dieron a conocer ayer con una buena nota general de los bancos españoles. Sin embargo, la principal amenaza para la recuperación persiste: el flujo de crédito sigue sin estar garantizado.

Las 15 entidades españolas analizadas, así, superaron la prueba salvo Liberbank, que ha tenido un pequeño suspenso virtual (se le destapó una necesidad de capital de 32 millones de euros con datos del cierre del 2013, pero ya corregida con los 636,7 millones en que se ha recapitalizado en lo que va de año). Es la única que figura entre los 25 bancos europeos que no han pasado la prueba sobre un total de 130 (24.620 millones de necesidad de capital), pero no entre los 13 que realmente deberán captar recursos (9.450 millones).

Y pese a este buen resultado, el crédito seguirá constreñido. Esta aparente paradoja quedó plasmada en el equilibrio que se esmeró en mantener el Banco de España. Por un lado, destacó hasta casi sacar pecho que el buen resultado de la banca del país es fruto de los esfuerzos por reestructurar el sector de los últimos años. Pero al mismo tiempo, advirtió que el buen estado de las entidades es «condición necesaria pero no suficiente» para que la financiación fluya adecuadamente.

ERRORES DEL PASADO / La consigna era evitar errores del pasado, como cuando el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero afirmó en el 2008 que España «quizá cuenta con el sistema financiero más sólido» del mundo. La prudencia del supervisor, empero, no tuvo eco en el presidente Rajoy, quien afirmó que la banca está «de libro». O lo que es lo mismo, «estupendamente».

El mensaje del Banco de España fue más matizado. El gobernador, Luis María Linde, dio por «claramente superada en vista de estos resultados» la crisis bancaria de los años 2010 y 2011. Y subrayó que las entidades han superado «holgadamente» el examen y están en una posición «cómoda». Pero, añadió, no hay que confiarse.

«Si resulta que las cosas van muy mal en Europa y nos afectase, cambiaría la situación», afirmó justo antes de no atreverse a descartar nuevas ayudas públicas en ese escenario. La buena nota en la prueba, así, es una «foto fija», que «nadie debe ver como una garantía a largo plazo». Sobre todo porque hay «retos que no son despreciables», apuntó el subgobernador, Fernando Restoy.

RETOS IMPORTANTES / El primero es que el BCE asumirá la supervisión de la banca europea el 4 de noviembre, y ello supondrá una regulación y supervisión más estricta. Algunos banqueros, como Ana Patricia Botín (Santander), han advertido que si se endurecen los requisitos de capital, el crédito se verá perjudicado. Los dirigentes del Banco de España, precisamente, evitaron demandar a las entidades que se sigan recapitalizando, pese a admitir que su solvencia es menor que en otros países.

Con todo, advirtieron, la condición principal para un correcto flujo de la financiación no es el capital, sino que la economía mejore y aumente la «demanda solvente» (clientes con capacidad real de devolver los préstamos), siempre invocada como argumento para explicar la falta de crédito. De momento, añadieron, la situación no ese esa: la economía sigue débil y, aunque en un contexto de tipos bajos a los bancos les convendría dar préstamos para mejorar su rentabilidad, no pueden hacerlo con las suficientes garantías.

En resumen, el buen resultado en el examen no va a abrir de par en par las puertas de la financiación. «Lo más que diría es que nos coloca en una mejor posición para que las entidades den más crédito si se dan las condiciones económicas y de empleo», concluyó Linde. En la misma línea, el vicepresidente del BCE, Vítor Constâncio, aseguró en Fráncfort que el flujo de crédito «no será boyante» porque depende de que haya «una demanda agregada suficiente», si bien aseguró que el examen garantiza que este problema no lastrará la recuperación.

La gran incógnita ahora es cómo acogerá el mercado los resultados. El BCE se esforzó en resaltar su dureza y credibilidad, ante el temor de que los analistas lo pongan en duda, como sucedió en pruebas anteriores. Otra cuestión es qué sucederá a medio plazo. Francisco Uría, responsable del sector financiero de KPMG España, auguró un «proceso de consolidación bancaria en Europa». El Banco de España, con todo, negó que estas fusiones fueran imprescindibles en el país.