AJUSTE DESDE EL 2008

La banca española ha cerrado la mitad de las oficinas eliminadas en la eurozona

Antoni Castells en el Fòrum d'Empresaris Catalunya.

Antoni Castells en el Fòrum d'Empresaris Catalunya. / periodico

P. ALLENDESALAZAR / MADRID

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Los excesos de la burbuja inmobiliaria llevaron a la banca a crear una estructura desproporcionada que su estallido le ha obligado a desmontar de forma acelerada. Las entidades españolas cerraron más de 29.000 sucursales y eliminaron más de 200.000 empleos entre el 2008 y el 2014. Es decir, la mitad de las oficinas y un tercio de los puestos de trabajo destruidos por el sector en la eurozona en ese periodo. Pero pese a este ajuste “espectacular”, el recorte no ha tocado fin.

Así se recoge en un informe del grupo de estudios EuropeG, presidido por catedrático de la Universitat de Barcelona y  'exconseller' de Economia Antoni Castells. “Tenemos menos red que hace 30 años y pese a ello seguimos teniendo una densidad de sucursales por población brutal”, ha apuntado Antoni Garrido, autor del documento y profesor del mismo centro.

España, así, cerró el 2014 con casi 70 oficinas bancarias por cada 100.000 habitantes, un ratio solo superado por Chipre y muy alejado de los menos de 50 de media de la eurozona. Además es el país con menos empleados por sucursal, en parte por la mayor dispersión de la población respecto a otros países. “Que sobran sucursales y hacen falta otras más grandes es seguro. Las sucursales con tres o cuatro trabajadores no tiene mucho sentido”, ha argumentado Garrido.

MÁS FUSIONES

El informe también destaca que hay espacio para una mayor concentración vía fusiones en la zona euro, pero más en países como Alemania Italia que en otros como España donde ya se ha adelantado en ese proceso, si bien todavía hay “margen” para nuevas operaciones. A medio plazo, su autor estima que en el continente quedará un número limitado de grandes bancos, mientras que el resto se concentrarán en su mercado nacional o regional.

Las grandes entidades españoles, en este sentido, tienen la ventaja de haber avanzado ya en la consolidación, pero se enfrentan al problema de que tienen un menor peso en el PIB de la eurozona que instituciones como BNP Paribas, Credit Agricole, Deutsche Bank o Societe General. Estas futuras fusiones, ha añadido Garrido, supondrán un problema para las autoridades porque es cada vez mayor el censo de entidades sistémicas (susceptibles de causar problemas graves a la economía si quiebran).

“¿Cómo vas a dejar quebrar una entidad que supone 1,2 veces el PIB de su país?”, se ha preguntado. En esa situación se encuentran bancos como los holandeses ING y Rabobank, el español Santander, o los tres grandes bancos franceses antes mencionados. “En los países más grandes, las entidades domésticas tienen un poder brutal”, ha advertido. La solución, a su juicio, es avanzar en la Unión Bancaria europea, ya que el peso de las entidades sobre el PIB de la eurozona es menor.

PROBLEMAS APARCADOS

Castells, por su parte, ha mantenido que “todavía hay un exceso de oferta” bancaria en la zona euro. “En Europa no ha habido liquidaciones de bancos. En Estados Unidos sí, ya no quedan activos malos: o se han liquidado o se los han quedado los grandes bancos. En Europa se han aparcado, como en la Sareb, o aparecen ahora, como en Italia”, ha apuntado.

El mayor problema para el sector financiero, a su juicio, es la debilidad de la economía, que afecta a la calidad de los activos. “En Europa hemos salido de la Gran Recesión, pero de la crisis tengo mis dudas. Nos podemos instalar en un crecimiento anodino”, ha alertado. La solución, a su entender, es que los países con capacidad de gasto como Alemania aumenten la inversión.