La crisis del euro

La banca aprovecha los tipos de la deuda para mejorar márgenes

MAX JIMÉNEZ BOTÍAS
BARCELONA

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Un 5% de rentabilidad a un año no está mal, sea cual sea la inversión. Ese rendimiento es el que corresponde a las letras del Tesoro a 12 meses en su última subasta de esta semana pasada. Sin duda, la presión sobre la deuda soberana española de los mercados no es tan perniciosa para todos los agentes que intervienen en la renta fija, pues el rendimiento que ofrece permite a los principales compradores de deuda, las entidades financieras, una vía de mejorar sus márgenes, pese a que ello implique un coste mayor para el Estado. «Los bancos seguimos comprando deuda a corto. Se trata de un activo rentable que además no penaliza los activos ponderados por riesgo (APR)», comentaron fuentes de una de las grandes entidades financieras.

«Nosotros no lo hacemos, pero hay entidades que están especulando con la rentabilidad de las letras para financiarse», subrayan en otro banco. Se refieren a que con la financiación que ofrece el Banco Central Europeo (BCE) al 1% resulta sencillo obtener un margen interesante al comprar letras al 5% con recursos prestados por el banco emisor. «No son pocas las entidades que realizan trading con la deuda pública», explican en una de las grandes entidades del sector. «Se trata de una situación extraordinaria y hay que aprovecharla, pese a que preferiríamos que los mercados mayoristas estuvieran abiertos», agrega.

SOBRELLEVAR COSTES / La situación, en todo caso, ayuda a sobrellevar los costes de los depósitos, inopinadamente elevados, dado que el precio oficial del dinero es del 1,25% en este momento. Ofrecer remuneraciones por encima del 3% solo se justifica por la necesidad de buscar en el mercado minorista la financiación que no pueden conseguir en el mayorista. Pero también, porque ese coste de alguna manera está cubierto con el diferencial de otros productos financieros. Es decir, con la deuda pública.

Pese a ello, destacan algunos expertos que no es una buena estrategia cubrir depósitos con letras porque no resuelve el problema de la falta de liquidez. Pero el problema se hace más ligero si se puede disponer de los fondos del BCE.

De hecho, lo bancos españoles están acudiendo más que nunca a la financiación del BCE: 76.048 millones de euros en octubre, un 9,74% más que en septiembre, cuando solicitaron 69.299 millones, lo que representa ya el 20% del total requerido por los bancos europeos, cuya demanda, por contra, va en descenso. La ausencia de otras fuentes de financiación obliga a recurrir a los fondos de Fráncfort. También a los títulos públicos: «Acudimos a las subastas para apoyar la deuda española». El comentario, que se puede oír en cualquiera de las entidades financieras españolas, suena a obediencia obligada con los consejos de las autoridades financieras. Pero qué duda cabe de que no es la única razón, porque las posibilidades de sostener parte del negocio con los títulos soberanos no son insignificantes.

DIFERENTES ESTRATEGIAS / Pero no se trata de un estrategia única: «Algunas entidades estamos deshaciendo posiciones en deuda, porque hay mucha desconfianza en el mercado», comentan en la mesa de tesorería de un banco mediano. Y, efectivamente, algunos bancos optan por desembarazarse de deuda a largo plazo. La decisión de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en inglés) de reducir el valor de la deuda soberana de los países periféricos en poder de los bancos para contabilizarla a precios de mercado implica la venta de esos activos a largo plazo para evitar tener que levantar capital que compense el efecto de la pérdida de valor. «Parte de esa estrategia es cambiar deuda a largo plazo por deuda a corto», comenta Jaume Puig, director general de la gestora de GVC Gaesco.

El consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, reconocía en la última presentación de resultados su predisposición a reducir deuda española de su cartera.