Apuesta lechera

Hay empresas que son capaces de reconocer cuando han cometido un error, rectificar e incluso convertir lo que se había convertido un problema para la compañía en una de sus fortalezas. Es lo que ha hecho Calidad Pascual (antes Grupo Leche Pascual) con su apuesta por Catalunya. Ayer celebró el décimo aniversario de la puesta en marcha de la factoría lechera en la localidad de Gurb (Osona), el punto clave que le ha permitido que el 17% de todas las ventas del grupo se realicen actualmente en Catalunya.

A mediados del 2003, Pascual mantuvo un litigio con la Generalitat de Catalunya que no le autorizaba un determinado tipo de yogur. El enfrentamiento fue subiendo de tono y en un momento dado la empresa reaccionó advirtiendo de que no compraría más leche a los productores catalanes. La respuesta fue un boicot de consumo a los productos de la firma, con el apoyo de sindicatos agrarios. Pascual supo reconducir la situación, y en el 2004 puso en marcha la planta de envasado de leche y productos lácteos, donde el 100% de la leche que procesa procede de ganaderías catalanas.

Es una de las instalaciones lácteas más modernas de Europa, con un capacidad para procesar más de 200 millones de litros anuales. La empresa ha invertido 72 millones en esta factoría, de la que ahora dependen más de un centenar de empleos directos y otro centenar de indirectos. La compañía llega directamente a unos 12.000 clientes en Catalunya, con un volumen de ventas de 150 millones de litros.

La fábrica ya forma parte del paisaje de la comarca pero su peso va mucho más allá: casi el 20% del volumen de leche que recoge la compañía española va a parar a esta planta.

El presidente de la compañía, Tomás Pascual Gómez-Cuétara, resaltó ayer que desde hace muchos años el grupo «está comprometido con la creación de valor para la sociedad catalana, con una gran confianza en las posibilidades que Catalunya nos ofrece».

Durante estos 10 años de vida de la factoría, Gurb se ha convertido en un centro neurálgico de la actividad agropecuaria de Pascual, según el director de responsabilidad corporativa y comunicación del grupo, Francisco Hevia. Por ahora la compañía no tiene intención de realizar inversiones extraordinarias en Catalunya, aunque sí que mantendrá las destinadas a modernizar y mejorar las instalaciones.

Calidad Pascual es una empresa con capital totalmente familiar, creada en 1969 en Aranda de Duero (Burgos) y que hoy está implantada en toda España y exporta a 70 países.