CAMBIOS EN EL SECTOR FINANCIERO

Ana Botín adapta a su medida el Santander que heredó de su padre

Ana Patricia Botín, presidenta del Banco Santander.

Ana Patricia Botín, presidenta del Banco Santander.

PABLO ALLENDESALAZAR / MADRID

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La llegada de un nuevo ejecutivo a una empresa suele suponer cambios, y en el Banco Santander han tardado poco más de dos meses en producirse. Ana Patricia Botín, presidenta del mayor banco de la eurozona desde el fallecimiento de su padre a mediados de septiembre, ha sustituido por sorpresa a Javier Marín, consejero delegado que heredó de Emilio Botín, con una catarata de cambios en la cúpula del grupo.

En el banco se explicaba ayer la decisión de la ejecutiva en su voluntad de hacer su propio equipo. La noticia, con todo, sorprendió en el mercado ya que la propia Botín le había ratificado cuando asumió la presidencia: «Hemos trabajado juntos muchos años y vamos a seguir haciéndolo en los próximos». De hecho, el nombramiento de Marín hace menos de dos años se interpretó en clave sucesoria pues se dijo que era muy cercano a la directiva.

El tiempo ha demostrado que no era así o que, según se rumoreaba ayer en el sector, su relación se ha deteriorado. Marín -de 48 años-  tiene ahora que decidir si se prejubila en enero, cuando entren en vigor los cambios. De ser así, pasará de cobrar 4,3 millones en el 2013 (la cifra de este año será mayor) a 800.000 euros al año, sin indemnización por cese. En el momento de jubilarse, cobraría más de cuatro millones (a finales del año pasado tenía ya reconocidos 4,346 millones). Son cantidades altas pero muy lejanas a las compensaciones de otros exconsejeros delegados de la gran banca (los 88 millones de Alfredo Saénz o los 53 millones de José Ignacio Goirigolzarri).

LA SOMBRA DE SÁENZ

Marín llegó al puesto en sustitución de Sáenz, que tuvo que dejarlo tras 11 años por una condena por acusación falsa. Para sustituirle, la presidenta ha designado precisamente a un hombre cercano a su antecesor: José Antonio Alvárez (León, 1960), director financiero desde el 2004 y proveniente, como Saénz, del BBVA.

La presidenta, explican en la entidad, le considera más complementario con ella misma que a Marín. Frente al papel más comercial e internacional de Botín, Alvárez aportaría un perfil más técnico. Además es muy conocido y valorado por los grandes inversores, como demuestra que ayer las acciones subieran el 1%. «Nadie conoce mejor que José Antonio nuestro negocio, nuestro balance, nuestros equipos y nuestros inversores», aseguró Botín en una carta a sus empleados.

HOMBRES DE CONFIANZA

Su puesto, a su vez, pasará a ser ocupado por José García Cantera (Bilbao, 1966), hombre de confianza de Botín ya que fue consejero delegado de Banesto bajo su presidencia y hasta la absorción de la entidad por el Santander. Desde entonces era responsable de banca mayorista global del grupo, puesto que pasará a ser desempeñado por el francés de origen catalán Jacques Ripoll, que procede del Santander UK, la filial que presidía Ana Patricia Botín hasta el fallecimiento de su padre.

El principal cambio en el consejo es la incorporación de Bruce Carnegie-Brown como vicepresidente primero del grupo con carácter independiente (no representa al accionariado ni es ejecutivo) y coordinador de los consejeros externos (cargo de nueva creación recomendado por las nuevas prácticas de gobierno corporativo). También es de confianza de Botín, ya que procede del Santander UK, y es además presidente no ejecutivo de la aseguradora Aon y presidente de moneysupermarket.com.