NEGOCIO AERONÁUTICO

Álex Cruz cambia de destino

ALEX CRUZ

ALEX CRUZ / periodico

SALVADOR SABRIÀ / BARCELONA

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Álex Cruz ha convertido su último acto institucional como presidente de Vueling en un llamamiento a todas las administraciones para que pongan a la aviación en sus agendas políticas porque el retorno que puede aportar esta actividad para la sociedad es muy elevado. Lo ha hecho durante un almuerzo en el Círculo Ecuestre, en Barcelona, en el que ha hecho un balance de su etapa como máximo ejecutivo de la filial de Iberia Clickair primero, y después de Vueling cuando se fusionaron ambas aerolíneas. Cruz, que a partir del próximo 1 de abril pasará a ocupar la presidencia de British Airways British Airways, puso el ejemplo de los países del Golfo que no solo han apostado por invertir en sus compañías aéreas, sino que han vinculado la actividad aeronáutica a todos los negocios y a la promoción de los respectivos países.

Cruz recordó que a principios de los años 2000 en El Prat Iberia era la compañía líder y volaba solo a 25 destinos. Tras la fusión de Clickair y Vueling "porque ambas perdían cantidades ingentes de dinero" la nueva compañía logró convertirse en la segunda aerolínea más rentable de Europa pocos años después, solo superada "por el coco irlandés", eufemismo que utilizó para no citar por su nombre a Ryanair. El año pasado, Vueling voló a más de 160 desde Barcelona, dispone de una flota que ronda los 50 aviones y ha creado 10.000 puestos de trabajo. También ha convertido a El Prat en el aeropuerto con más conexiones de media y corta distancia de Europa. Para el directivo, la primera razón que explica esta evolución es el atractivo de la ciudad de Barcelona, su gente y su capacidad de negocio, a la que sumó la labor de promoción del Govern, "cuando decidió dedicarse a esto en lugar de implicarse en la gestión", en referencia a la aventura frustrada de Spanair

El futuro presidente de British Airways, una de las compañías con más vuelos intercontinentales, reconoció que precisamente la asignatura pendiente del aeropuerto barcelonés es captar más oferta de largo radio y convertirse en un nudo de conexiones (hub) para este tipo de vuelos, lo que se intentó precisamente sin éxito con Spanair. Según Cruz, esto solo se consigue si muchas aerolíneas deciden venir porqué aquí tienen suficientes vuelos de conexión, o si una gran compañía decide crear aquí su propio hub. Para ello se necesitaría que fuese una compañía extranjera, "dispuesta a invertir cientos de millones",  y con el convencimiento de que lograría el suficiente retorno para que la saliese a cuenta. La mala noticia, como destacó uno de los asistentes al almuerzo, es que, por ahora, ni British Airways ni el grupo IAG al que pertenece junto con Iberia y Vueling, están dispuestos a jugar este papel.