Alemania y España tiran del carro de la débil recuperación de la zona euro

Todavía hay muchas incertidumbres en el horizonte, desde tensiones geopolíticas en Ucrania hasta una tasa de paro demasiado elevada, pero la economía de la zona euro consiguió cerrar el último trimestre del 2014 con un crecimiento mayor del esperado, del 0,3% del PIB (0,4% en la UE), y con dos países tirando del carro: Alemania y España. La segunda estimación publicada ayer por la oficina europea de estadística (Eurostat) confirma la buena evolución que tuvieron en esa última parte del año la primera y la cuarta economía de la Eurozona, con un acelerón del 0,7%. Un dato solo igualado en el conjunto de la Unión Europea por Polonia y superado por Hungría (0,9%), Suecia y Estonia (1,1%).

Alemania logra así remontar el bache del año pasado -tras un retroceso en su PIB del 0,1% entre abril y junio y un repunte de apenas una décima entre julio y septiembre- y empieza a tirar de un club en el que tiene un papel vital. Junto a la buena marcha de su economía, el informe también corrobora la lenta pero gradual recuperación de la economía española, tras dos trimestres creciendo a un ritmo del 0,5%. Un pequeño tirón que solo aguantan, además de los cuatro países ya mencionados, Letonia, Lituania y Eslovaquia, los tres con repuntes del 0,6% cada uno. A un ritmo ligeramente inferior crecen Portugal, Holanda, Rumanía y Reino Unido, todos ellos con tasas del 0,5%.

Pese a la fragilidad de la mejoría hay ya numerosos organismos que han revisado al alza sus previsiones de crecimiento para este año. En febrero lo hicieron el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea y el jueves se sumaba el Banco Central Europeo.

RECUPERACIÓN DESIGUAL

La recuperación sigue siendo, no obstante, desigual, con dos de las cinco grandes economías de la Eurozona -Francia e Italia- muy tocadas. De ahí que la Comisión Europea, en un ejercicio de «realismo», tal y como lo calificó su comisario de asuntos económicos, Pierre Moscovici, propusiera dar más tiempo a París y Roma para cumplir con sus objetivos de reducción del déficit y deuda pública. En el caso de Francia, tal y como avanzó Eurostat en su primera estimación a mediados de febrero, apenas consiguió crecer un 0,1% entre octubre y diciembre y echó el freno al avance de tres décimas cosechado en el trimestre anterior. En Italia, tras tres trimestres seguidos en negativo, el crecimiento fue nulo.

Hay países donde la situación es todavía más sombría: Finlandia, Austria, Chipre y Grecia. De los cuatro, la economía de la isla mediterránea fue la que mayor retroceso registró entre octubre y diciembre con una caída del PIB del 0,7%. También destaca el retroceso de Grecia cuando parecía que el crecimiento empezaba a regresar a este país rescatado y sujeto a un duro programa de ajustes que le han llevado a perder un cuarto de su PIB desde que estallara la crisis. Según Eurostat, la economía cayó el 0,4% en el último trimestre del 2014, el doble de lo que los expertos de la oficina habían avanzado hace tres semanas. En cuanto al país nórdico, adalid de la austeridad y uno de los más exigentes en materia de reformas, sigue sin conseguir levantar el vuelo y tras un anémico crecimiento del 0,1% entre julio y septiembre su PIB retrocedió el 0,2% en el último trimestre. Las mismas dos décimas que se dejó Austria.

Tras el anuncio de Mario Draghi de lanzar este próximo lunes la compra de bonos soberanos y las cifras de la Eurozona del último trimestre del 2014, ayer se conoció otro dato importante, la fuerte creación de empleo en Estados Unidos que debilita todavía más la cotización del euro frente al dólar. La moneda común bajó ayer, por primera vez desde septiembre del 2003, por debajo de los 1,09 dólares.