LOS MERCADOS

Agosto acaba como empezó

EL PERIÓDICO
BARCELONA

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Los analistas más conspicuos del día a día de la bolsa pueden aportar las gráficas que mejor apoyen sus tesis negacionistas de la caída de la renta variable. Los teóricos de la rentabilidad a muy largo plazo, que publican libros para sostener sus principios, pueden explicar que haya períodos valle en las fluctuaciones de los mercados de acciones. Que digan lo que quieran, aquí y allá, pero la realidad que mejor se impone y justifica es que entre el primer día de cotización de agosto y el último, la variación es sólo de décimas.

Así se confirma que, aunque el mercado siga abierto por vacaciones, quienes han estado al mando saben que son discípulos aventajados de saber especular todo lo que se pueda, pero han de dejar las cosas como estaban antes de que los jefes regresen. Una ojeada a cómo estaban las bolsas a finales de julio y como acabaron en su última cotización de ayer lo corroboran.

Y sin embargo, que los principales índices bursátiles estén fluctuando desde hace semanas no es un anticipo tranquilizador. El riesgo de deflación en la eurozona, la crisis emergente en el este de Ucrania, la falta de determinación del BCE en contraste con la buena marcha de la economía de EEUU, sin que se refleje en el tipo de cambio de las divisas respectivas, junto a la atonía de las principales economías de Oriente están proponiendo, tras las vacaciones, un mapa de orientación para los inversores que no augura nada bueno hasta final de año para quienes los especuladores financieros.

El Ibex 35 subió ayer el 0,06% y quedó en los 10.728 puntos. El 1 de agosto estaba en los 10.707. Por lo tanto, en un mes de cotizaciones ha subido un modesto 0,20%.