NUEVA AMPLIACIÓN DE LA UNIÓN ECONÓMICA Y MONETARIA

Estonia se convierte en el primer país báltico que adopta el euro

Una joven estonia paga con euros en un supermercado de la capital del país, Tallin, ayer.

Una joven estonia paga con euros en un supermercado de la capital del país, Tallin, ayer.

ELISEO OLIVERAS
BRUSELAS

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Estonia es, desde ayer, el 17º miembro de la Unión Económica y Monetaria tras integrarse en la zona euro. Es, además, el primer país báltico, el tercer Estado de la antigua Europa oriental (después de Eslovenia y Eslovaquia) y la primera exrepública soviética que adopta la divisa común europea. Tras la integración del pequeño Estado báltico, la zona euro cuenta con 330,9 millones de habitantes y un producto interior bruto (PIB) global de unos 9,2 billones de euros, según Eurostat.

Se trata de la cuarta ampliación de la zona euro desde que se pusieron en circulación las monedas y los billetes de la divisa europea en enero del 2002. La primera ampliación se produjo en enero del 2007 con Eslovenia, la segunda en enero del 2008 con Chipre y Malta y la tercera con Eslovaquia, en enero del 2009.

Los bancos y las oficinas de correos de Estonia comenzaron a vender anticipadamente saquitos con la nueva divisa a principios de diciembre para que la población se fuera acostumbrando a la nueva moneda, cuyo tipo de conversión es de 1 euro por cada 15,6466 coronas estonias. Además, durante las dos primeras semanas de enero, el euro y la corona estonia circularan en paralelo, aunque los comercios devuelven el cambio en euros para acelerar la transición hacia la nueva realidad.

SOCIO FIABLE / «El euro le dará estabilidad a la economía, simplificará las relaciones comerciales y mostrará que Estonia es un socio fiable y parte de una zona económica muy influyente», aseguró ayer el primer ministro estonio, Andrius Ansip. Con una población de 1,34 millones de habitantes, el país se distingue por ser uno de los pocos de la UE que no se encuentra en una situación de déficit público excesivo: en el 2010 se situó en el 1% del PIB, aunque aumentará al 1,9% en el 2011. La deuda pública también crecerá del 8% actual del PIB hasta el 9,5% en el 2011.

Pese a las cuentas públicas saneadas, el nivel de renta por habitante es de 15.000 euros anuales (ajustado al poder de compra), sustancialmente inferior a los 25.600 euros de la zona euro y a los 24.300 de España.

De hecho, el nivel de renta sufrió un importante descenso cuando la crisis golpeó con fuerza al país, durante el periodo 2008-2009. El PIB llegó a contraerse el 13,9% en el conjunto del 2009, y la tasa de paro se multiplicó por cuatro durante la recesión hasta superar el 20% en la primera parte del 2010. Pero la perspectiva de ingreso en la zona euro contribuyó a consolidar la recuperación económica y, desde el segundo trimestre del 2010, el paro ha comenzado a bajar de forma sostenida.

Al igual que el mercado laboral, la economía de Estonia, una de las más liberalizadas de la Unión Europea apoyada en sectores electrónicos y de telecomunicaciones fuertes y dinámicos, también ha recuperado la senda del crecimiento desde finales del 2009, con un crecimiento anual del 4,7% en el tercer trimestre del 2010, y una progresión del PIB prevista del 4,4% para el 2011.

Estos incrementos se deben sobre todo al comercio exterior, favorecido por una situación económica mejor de lo prevista en sus principales mercados (Suecia, Rusia, Letonia y Lituania). La inversión también está previsto que crezca con fuerza durante el 2011, mientras que el empleo aumentará el 2,9%.