Los cambios en las prestaciones sociales

El Gobierno asume que reformará las pensiones sin unanimidad

Méndez (izquierda) y Toxo muestran los papeles de la iniciativa legislativa popular en el Congreso, ayer.

Méndez (izquierda) y Toxo muestran los papeles de la iniciativa legislativa popular en el Congreso, ayer.

MERCEDES JANSA
MADRID

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El anuncio realizado tras el último Consejo de Ministros de que el próximo 28 de enero presentará su proyecto de reforma de las pensiones ha llevado a preguntarse a las fuerzas políticas representadas en la comisión del Pacto de Toledo si tiene sentido seguir buscando un acuerdo unánime cuando el Ejecutivo ha avisado de que actuará unilateralmente. Con este mar de fondo la comisión parlamentaria abordará la próxima semana los temas más polémicos como la edad de jubilación y el periodo de cálculo necesarios para tener derecho a la prestación y la cuantía de ésta.

El Gobierno ha asumido que esta reforma, a la que ha puesto el sello de urgencia ante la exigencia de la Unión Europea, no tendrá la unanimidad ni política ni social con la que se elaboró el Pacto de Toledo de 1995 o con los cambios parciales posteriores. No obstante, en la reunión que ayer celebraron los portavoces de la comisión parlamentaria, el PSOE dejó abierta la posibilidad de hacer una propuesta distinta a la del documento inicial del Gobierno que apuesta por alargar la edad de jubilación a los 67 años.

La portavoz socialista Isabel Lopez Chamosa se guardó esta carta en la manga una semana más y reiteró que hay margen para el acuerdo. Según el portavoz de CiU en la comisión, Carles Campuzano, la propuesta destacaría la «flexibilidad y voluntariedad» del trabajador para continuar su actividad más allá de los 65 años. El grupo catalán «intuye» que se alcanzarán acuerdos «si el grupo socialista se mueve en esa dirección».

ENTENDER EL MENSAJE / Un movimiento es lo que también reclamó el portavoz del PP, Tomás Burgos, quien reiteró que el Gobierno «debe entender el mensaje que tiene más apoyo social y político» sobre la conveniencia de no retrasar la jubilación de manera forzosa.

Pero las discrepancias se hacen cada día más públicas en el seno de la familia socialista. Ayer se manifestaron ante la tumba del fundador de UGT y del PSOE, Pablo Iglesias, en el homenaje que anualmente le rinden ambas organizaciones. El ugetista Cándido Méndez pidió al Gobierno de Zapatero «un cambio de rumbo» en política económica, incluida la reforma de las pensiones, y avisó que de persistir en su empeño sobre la jubilación, «nos tendrán democráticamente enfrente».

SISTEMA PRIVADO / El líder de UGT se preguntó si el verdadero motivo por el que la Unión Europea presiona al Gobierno con esta reforma no será que en España solo el 13% de las pensiones son privadas, frente al 60% de media de la OCDE. «Los Gobiernos pasan, pero las organizaciones sindicales y políticas permanecen, y tienen que pensar en qué condiciones, si van a poder mantener su discurso y su proyecto o no van a poder mantenerlo», subrayó Méndez.

La respuesta a los interrogantes del líder sindical surgió en el mismo escenario por boca del secretario de organización socialista, Marcelino Iglesias. «Cuando se gobierna a veces se administran grandes contradicciones», dijo el dirigente del PSOE, y justificó al Gobierno ante una «crisis global» en la que cada país es solo una «pieza ínfima de un gran engranaje en el que solo puede hacer pocas cosas». Y añadió que «no es igual salir de las crisis por la izquierda que por la derecha».