INNOVACIÓN DESARROLLADA EN BARCELONA

La vieja cafetera se actualiza

Una cafetera italiana tradicional. En la silueta, la cápsula de Marcilla.

Una cafetera italiana tradicional. En la silueta, la cápsula de Marcilla.

SONIA GUTIÉRREZ
BARCELONA

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Los fabricantes de café tostado y molido observan desde hace años como su producto pierde terreno frente a las cápsulas monodosis. La mitad de las cafeteras que se venden actualmente son de cápsulas, y aunque solo el 13% de los hogares tiene hoy una de estas máquinas, se calcula que en los próximos cuatro años la penetración llegará al 25%. Pero los partidarios del sistema clásico no se resignan. Marcilla, líder de café tostado y molido en España (con una cuota del 22%) quiere revolucionar el sector con una cápsula que, a diferencia de todas las demás, está diseñada para la cafetera italiana tradicional.

«El mercado del café cambia, pero la oroley sigue siendo mayoritaria, está en seis de cada 10 hogares», explica Mauro Schnaidman, director de la división de café y té de Sara Lee (grupo que incluye a Marcilla y Hornimans, entre otras marcas). Aunque en cinco años la cuota baje al 50%, añade, seguirá siendo un número muy importante de consumidores.

La cápsula de Marcilla no es monodosis, sino para cafetera de seis tazas, pero utiliza el mismo reclamo de limpieza y comodidad de aquellas, ya que el café no sale de su envoltorio. Al igual que el resto de cápsulas, se promociona como producto de calidad debido a su tecnología. Marcilla afirma que el producto es pionero en el mundo y se comercializará solo en España, donde tienen más clientes con cafetera italiana. Se venderá en hipermercados y supermercados en paquetes de cuatro cápsulas, por 2 y 2,50 euros.

La producción es cien por cien catalana: ha sido desarrollada en Barcelona y se fabrica en Mollet, que emplea a unos 70 trabajadores y que ha contratado a 17 personas más por el nuevo producto.

Schnaidman prevé que la cápsula de Marcilla suponga el 8% del mercado del café en España en cinco años. «Este café no va a canibalizar o molestar al café monodosis, porque son consumidores diferentes; va a competir con las marcas de café tostado y molido», afirma. Es decir, sus rivales principales serán Bonka (Nestlé), Saimaza (Kraft) y las marcas blancas.

Sara Lee ya estaba presente en el sector de las cápsulas de café a través de Marcilla Senseo, que en un año y medio de vida ha alcanzado el 20% del mercado de monodosis en España. Algunas marcas llevan años en este sector, como Lavazza, que empezó hace dos décadas. Pero la que lo popularizó fue Nespresso, de Nestlé, que facturó 1.890 millones de euros el año pasado. Dos tercios de las cafeteras de café espresso vendidas en España son de la marca que promociona George Clooney. Nestlé vende otra de las principales marcas, Dolce Gusto, que tiene en Girona su segunda factoría europea, con 180 trabajadores.