Las turbulencias financieras

El rescate de Irlanda reaviva los ataques a la economía española

E. O. / Bruselas
R. M. S. / Madrid

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El rescate de Irlanda no ha logrado calmar a los mercados. Al menos por ahora. Una vez superado el cortafuego de Irlanda, la voracidad de los mercados se cebó ayer con Portugal y, aún más, con España. La bolsa española anotó un descenso del 2,68%, el mayor de la eurozona, con un castigo especial para la banca, del entorno del 4%, por su elevada exposición a la deuda portuguesa.

Otra consecuencia fue el incremento del riesgo de la deuda española, que se mide con el diferencial entre el bono español a 10 años con el alemán. Este dato alcanzó los 209 puntos (la prima de riesgo de Portugal llegó a 406 puntos, y la de Irlanda, a 915 puntos) en vísperas de sendas emisiones de letras del Tesoro a tres y seis meses. Asegurar la deuda española contra el riesgo de impago subió ayer a 266.000 dólares anuales (para cubrir 10 millones de dólares en bonos a 10 años).

Y eso, a pesar del abrumador aluvión de mensajes políticos e institucionales que ayer se afanaron en destacar la diferente situación de la economía y la banca española respecto de la de Irlanda. El mensaje fue subrayado por la Comisión Europea y por el Gobierno alemán. En España, fue repetido por el presidente Rodríguez Zapatero, por la vicepresidenta Elena Salgado, por el ministro Sebastián y por el secretario de Estado José Manual Campa, entre otros.

EVITAR EL CONTAGIO / Una vez encarrilado el rescate de Irlanda, los responsables de la Comisión Europea y de los distintos países de la Unión Europea (UE) concentraron ayer sus esfuerzos en evitar que las declaraciones tremendistas de algunos economistas y los comentarios interesados de los operadores financieros alimenten nuevas tensiones sobre la zona euro en los mercados internacionales y coloquen artificialmente otros países bajo presión. «Ahora es esencial calmar las turbulencias provocadas por el caso de Irlanda», declaró el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn.

El Ejecutivo comunitario insistió precisamente en que es «un grave error» comparar la situación de Irlanda, con la de Portugal o incluso España, porque no tienen «nada que ver», sus problemas son otros y están en vías de corrección.

La crisis irlandesa es fruto de la gravísima situación de su sector bancario, mientras que en Portugal y en España, la banca goza de «solidez y resistencia», señaló el portavoz de Rehn. «La Comisión Europea no baraja un escenario de contagio de la crisis a ningún otro país», afirmó el citado portavoz.

El comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, afirmó que para evitar el «contagio» los países de la zona euro que se vean presionados por los mercados tienen que «restablecer su credibilidad». El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, defendió el papel del euro durante la crisis económica y financiera y responsabilizó de la inestabilidad al «mal comportamiento de algunos países·».

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, explicó a la Comisión Ejecutiva del PSOE que, a diferencia de Irlanda, España cuenta con un sistema financiero resistente y con un déficit público «perfectamente reconducible», según explicó el secretario de Organización, Marcelino Iglesias, al termino de la reunión, informaJuan Ruiz. En declaraciones a Radio Nacional, la ministra Elena Salgado aconsejó no hacer demasiado caso a los bandazos de la bolsa ya que, según dijo, los fundamentos de la economía española son «muy sólidos y capaces para calmar a los mercados».

En Portugal, su primer ministro, José Sócrates, pronosticó que su país superará la crisis sin ayuda y que el rescate de Irlanda frenará la especulación financiera «sin sentido» que padece la economía lusa.