HISTORIAS MÍNIMAS

La ilusión en camiseta

Es de las personas que ven el vaso medio lleno antes que medio vacío. Cuando se quedó en el paro rompió con su pasado laboral e inició un camino tan difícil como apasionante: convertir su afición por el dibujo en un modo de ganarse la vida.

Manelets i Carmetes es una apuesta por el textil fabricado íntegramente en Catalunya

La ilusión en camiseta_MEDIA_1

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SONIA GUTIÉRREZ / Barcelona

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Entre tantas historias de cierres de fábricas, expedientes de regulación de empleo y protestas laborales, es posible encontrar testimonios de infatigables optimistas que plantan cara al monstruo de la crisis con sus mejores armas: mucha ilusión y mayor esfuerzo. Iván González Paredes es uno de de ellos. Él es el alma de Manelets i Carmetes, una marca de camisetas que con apenas medio año de vida busca hacerse un hueco en los estantes de las tiendas infantiles.

González Paredes, barcelonés de 35 años, es la imagen del emprendedor a tiempo completo. Ni siquera descansa cuando tiene fiesta:«Aprovecho cuando viajo por un bautizo o una boda para hacer contactos y buscar clientes». Así consiguió, por ejemplo, que los simpáticos muñecos de sus camisetas se vean también en escaparates fuera de Catalunya, en tiendas de Eivissa y Cantabria.

Dibujos desenfadados

González Paredes casi nunca se separa de la maleta en la que guarda medio centenar de modelos diferentes de camisetas, todos diseñados por él. Son dibujos desenfadados de muñecos (los Manelets) y muñecas (las Carmetes). Los lleva de tienda en tienda, donde explica que son prendas fabricadas íntegramente en Catalunya, más caras que las de importación, pero con una garantía de calidad.«Mi empresa es pequeña, pero estoy dando trabajo a fábricas de Catalunya; haré lo posible porque siga siendo así, es uno de los principios de Manelets i Carmetes».

Todo el proceso de producción, desde la confección, la estampación y los bordados hasta las etiquetas de los precios, se elabora en diferentes fábricas de Mataró. Él se encarga prácticamente de todo lo demás: además de diseñar el motivo, busca distribuidores -«mejor que yo no lo vendería nadie»- y actualiza los contenidos de su página web (www.maneletsicarmetes.es). Su suegra le ayuda en la tienda propia que tiene en Sant Andreu de la Barca.

Posiblemente, González Paredes no se hubiera decidido nunca a dar el paso de abrir un negocio propio de no haberse encontrado hace dos años en una de las situaciones más difíciles: fue despedido. Era comercial de una multinacional japonesa de correas industriales, y en lugar de empezar a buscar un nuevo empleo acorde con su experiencia, aprovechó la capitalización del paro para dedicarse a jornada completa en lo que hasta entonces había sido poco más que una afición: dibujar.«Antes había realizado carteles para ayuntamientos, repartía dibujos entre mis amigos y tenían buena aceptación. Al encontrarme sin trabajo, me dije: 'Adelante».

Empezó con mucha ilusión, pero sin ayudas del Instituto de Crédito Oficial (ICO) ni similares. Invirtió 17.000 euros para acondicionar el local (que era propiedad de la familia de su mujer) y otros 20.000 euros en el lanzamiento de la primera colección. La semana pasada, la Generalitat le concedió la primera ayuda oficial: 30.000 euros de una línea de crédito para emprendedores, al 0% de interés.

Gente receptiva

Para González Paredes, la crisis económica, paradójicamente, le ha ayudado. Empresas que, en tiempos de bonanza quizá solo trabajarían con las grandes compañías, ahora se fijan en él.«La gente está más receptiva cuando ve a alguien como yo, que hace un producto propio. Me ha ayudado mucho a introducirme en el sector».

Al principio, durante un año y medio, estuvo trabajando en los diseños de las prendas y la imagen corporativa de la marca y pensando el plan de negocio. Hasta que, el pasado mayo, inauguró su local. También vende sus camisetas en otras 24 tiendas, la mayoría de Catalunya: Sant Cugat, Martorell, Vallirana, Abrera, Sitges, etcétera. En Barcelona, sus camisetas pueden comprarse en dos tiendas de Gràcia: La Baldufa i Colors amb Gràcia.

La mayoría de lo que vende son tallas infantiles, aunque también diseña para adultos. De la segunda colección (invierno), ha vendido todo lo de bebé. Prepara otra remesa para diciembre. Una de las cosas que más ilusión le hace es ver en la calle a alguien que viste una camiseta suya, aunque nunca se acerca a la persona en cuestión. A pesar de las dificultades, se siente afortunado de poder decir: «Estoy enamorado de lo que hago».