MARCHA EMPRESARIAL

El saqueo de Fortia Vida

Intervenida 8 La sede de Fortia Vida, en el 2009, en Barcelona.

Intervenida 8 La sede de Fortia Vida, en el 2009, en Barcelona.

S. GUTIÉRREZ / J. G. ALBALAT
BARCELONA

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Durante tres años se dedicaron, presuntamente, a vaciar los fondos de la tercera mutua catalana hasta llevarla a la insolvencia y causar su liquidación. María Vaqué, expresidenta de Fortia Vida, y las otras seis personas que formaban la junta directiva desde diciembre del 2006 desviaron dinero de la mutua valiéndose de un entramado de empresas, según un informe de la fiscalía de Barcelona, que exige indemnizaciones millonarias, su inhabilitación durante 15 años para administrar bienes ajenos y el embargo preventivo de sus bienes.

Fortia Vida fue intervenida por la Generalitat en febrero del 2009 y posteriormente se declaró su disolución. Tras examinar el informe del Consorcio de Compensación de Seguros, la fiscalía pide que el concurso en el que se propone la liquidación de la entidad sea calificado como culpable, y responsabiliza a los exdirectivos y sus cómplices.

La fiscalía exige a los exmiembros de la junta directiva una indemnización conjunta y solidaria de 35 millones de euros. También reclama indemnizaciones al resto de componentes de la supuesta trama. La más destacada, de 25,9 millones, a la empresa Plárrega Invest 2000, cuya presidenta era la propia Vaqué y que tenía en su consejo de administración a otros dos directivos de Fortia Vida, Manuel Grandes y Carlos Trallero. Otras empresas implicadas eran Inmowelins y Aulaga Desarrollo e Inversiones, dedicadas al sector inmobiliario y cuyo único accionista era Antonio Garrigó.

La fiscalía acusa a todos ellos del«progresivo vaciamento del patrimonio de la mutua de previsión social con el desvío de fondos a empresas privadas dirigidas por ellos mismos o por personas de su confianza». Los fondos propios de la entidad pasaron de 1,5 millones en diciembre del 2007 a un resultado negativo de más de 35 millones dos años después.

Una de las maneras de actuar de la trama era mediante préstamos. Según la fiscalía, entre el 2005 y el 2008 Fortia Vida otorgó préstamos sin garantía a sociedades cuyos socios o administradores eran los directivos de la mutua, amigos o familiares, o bien la entidad tenía participaciones en ellas. Estas empresas concedían a su vez préstamos a otras sociedades. La recuperación del dinero prestado es muy difícil, debido a la difícil situación económica de Inmowelins y Aulaga y a que algunas empresas están domiciliadas en el extranjero.

Entre el 2008 y principios del 2009, Fortia Vida perdió el 40% del negocio por traslado de las pólizas a la entidad belga Apra Level. Según la fiscalía, la operación«encubría en realidad una cesión de cartera por la cual Fortia Vida no ha recibido ningún dinero».También contribuyó a la insolvencia de la mutua la adquisición de acciones de sociedades con un alto índice de endeudamiento y un valor real inferior al precio pactado.

Para encubrir la situación de las entidades implicadas, se presentaron balances que no se correspondían con la realidad.