Los disturbios

700 antisistema convierten en un campo de batalla el centro de Barcelona

A. BAQUERO / M. JIMÉNEZ BOTÍAS / Barcelona

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Aprovechando el paraguas de la huelga general, un núcleo de unos 700 antisistemas violentos convirtió ayer el centro de Barcelona en un campo de batalla en el que se produjeron los disturbios más violentos de los últimos años. Los incidentes dejaron un reguero de detenciones, heridos, destrozos así como de locales saqueados e incendiados. La jornada se cerró con 60 heridos (30 de ellos mossos) y 42 detenidos, todos vinculados al movimiento antisistema. Entre ellos, había varios ciudadanos extranjeros.

A última hora de la tarde, el incendio de varios contenedores dejaron la Via Laietana convertida en un escenario de guerra, con restos de cristales rotos, piedras y botellas por todas partes y con una columna de humo elevándose hacia el cielo. En total, según el Ayuntamiento, fueron incendiados 80 contenedores.

EL JUZGADO 22 DENEGÓ EL DESALOJO / De hecho, los violentos disturbios comenzaron a gestarse el sábado cuando los antisistema ocuparon la antigua sede de Banesto en la plaza de Catalunya. Mossos y Guardia Urbana solicitaron el domingo al juez del juzgado 22 de Barcelona la autorización para desalojar el local. Sin embargo, ese permiso fue denegado al no apreciar el juez indicios de ningún otro delito más allá de la ocupación. Al poder seguir ahí, los antisistema aprovecharon la estrategica ubicación del inmueble para acumular hasta 500 personas de cara a los disturbios. Ayer, un juez sí autorizó el desalojo al considerar que se daba cobijo a personas que cometían actos violentos. En respuesta a ese desalojo, en que a las 15.30 horas se sacaron del local a unas 20 personas, los antisistema volvieron a lanzar objetos contra la policía.

Durante la mañana, varios cientos de personas, todas ellas al margen de los sindicatos UGT y CCOO, se concentraron frente a ese edificio. Al final, la convocatoria reunió a un heterogéneo grupo de más de 2.000 personas entre las que había antisistema y miembros de los sindicatos CNT y CGT que no participaron en los choques violentos.

Su intención era desfilar por la Rambla. No obstante, un cordón de los mossos les cerró el paso y les obligó a girar por la calle Pelai hasta la plaza Universitat. De los concentrados, unos 700 eran muy violentos. En la calle Pelai y en la plaza Universitat, comenzaron a romper escaparates, a volcar contenedores de basura, a destrozar coches. Incluso saquearon una tienda.

COCHE PATRULLA INCENDIADO / La batalla campal se desató cuando los manifestantes intentaron cruzar el cordón policial que les impedía bajar por la Ronda de Sant Antoni. Los antisistema comenzaron a lanzar piedras, botellas y palos a los agentes antidisturbios que reespondieron con varias cargas. Durante los violentos enfrentamientos, los antisitema incendiaron un vehículo de la Guardia Urbana.