Educació cifra en un 22% el profesorado de la escuela pública que secunda la huelga

La Conselleria d'Educació asegura que a las 15.00 horas el profesorado de los centros públicos que se había declarado en huelga en escuelas e institutos se situaba ligeramente por encima de los 15.000 enseñantes, una cifra que equivale al 22% de la plantilla. Los sindicatos casi triplican ese porcentaje. Educació ha elaborado esa información en base a las respuestas proporcionadas por un 84% de los centros. Del 16% restante no había datos disponibles.

Los mayores índices de seguimiento se registraban en el Vallès Occidental y la ciudad de Barcelona, donde un tercio de los profesionales secundaba activamente la protesta, mientras que en Lleida el porcentaje no alcanzaba el 7%.

La cifra real de profesionales de la enseñanza que hoy no han acudido al trabajo es con toda seguridad superior al proporcionado por el balance oficial, entre otras razones porque únicamente figuran en él los que, de forma fehaciente, han expresado du voluntad de adherirse a la huelga. A ellos hay que sumar a los que no han podido acudir a su centro de trabajo por dificultades con el transporte, los que se han tomado horas de libre disposición o bien aquellos que no han tenido necesidad de adherirse a la protesta porque previamente conocían la disposición de sus alumnos de no acudir a clase, algo frecuente en los niveles superiores de la enseñanza no universitaria, como es el caso del Bachillerato, donde las tasas de absentismo han sido elevadas.

Menos en la concertada

Un sondeo de CCOO entre 2.000 centros escolares de la red pública catalana indica que más del 60% del profesorado secunda el paro, mientras que en el sector concertado la incidencia es mayor que la registrada en las huelgas sectoriales que han venido convocándose en los últimos años, aunque la cifra se situaría por debajo del 25%. Colectivos de trabajadores de servicios escolares, como los monitores de los comedores, también secundan la protesta, algo inhabitual en el sector.

La huelga también se deja sentir en las universidades públicas catalanas, donde un porcentaje mayoritario del profesorado se ha sumado a ella. Los porcentajes son desiguales, pero en las universidades de Barcelona (UB) y Autónoma (UAB) se sitúan por encima del 80%, según la UGT. En algunas facultades de esas universidades la actividad está prácticamente paralizada.