Las entidades financieras se atragantan con los pisos

Los bancos y las cajas tienen una exposición directa de 60.000 millones de euros al sector inmobiliario. Esta cantidad incluye los pisos y los solares que el sector se ha quedado como consecuencia de los impagos de su clientela así como las inversiones de las entidades en este negocio, que fue muy rentable entre los años 2000 y 2007. No es la primera vez que el sector financiero se adueña del ladrillo. En los años 90, la banca creó grupos inmobiliarios para hacer frente a una situación como la actual. Fue el origen de grupos como Colonial o Landscape (La Caixa y Banc Sabadell), que después se vendieron con grandes beneficios en la época de vacas gordas, previa a la crisis.

Los 60.000 millones no incorporan los riesgos que todas estas entidades tienen contraídos a través de la cartera de créditos y que suman un total de 402.000 millones en financiación al sector constructor y de promoción residencial.

De hecho, el sector promotor ha sido la rémora que llevó a cinco cajas españolas a suspender las pruebas de resistencia de la banca europea en el mes de julio. La fusión de Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa, la de Sabadell, Terrassa y Manlleu (Unnim), la unión de las castellanoleonesas cajas Duero y España, y Banca Cívica, la fusión fría de Navarra, Burgos y Canarias acumulan unas pérdidas de casi 10.000 millones de euros por este concepto en el peor escenario económico en que se basa el examen.