Orange no modificará las tarifas planas de internet

La red de Orange no tiene problemas de capacidad pese al aumento del uso de la web, aseguró ayer el consejero delegado de la operadora, Jean-Marc Vignolles, por lo que la compañía no se plantea modificar las actuales tarifas planas de internet.

La postura de Orange es diferente de la que expresó Telefónica el pasado lunes en el Encuentro de Telecomunicaciones que finaliza hoy en Santander. La principal operadora española sostuvo que el incremento del tráfico de datos ha hecho el sistema «insostenible», ya que hay un desequilibrio entre los costes que afrontan las operadoras para mantener las redes y los ingresos, y propuso que los usuarios intensivos tengan tarifas diferentes al resto de abonados. Vodafone apoyó este planteamiento al afirmar que no se puede incentivar la demanda infinita.

Vignolles, que intervino en el mismo foro de Santander, aseguró que no limitará las tarifas planas de fijo y que tampoco alterará las de móvil (estas últimas no son ilimitadas, ya que reducen la velocidad cuando se supera un volumen de descargas). Telefónica y Vodafone de momento tampoco variarán las tarifas, aunque no descartan en el futuro crear otras según el uso.

Orange prevé que el tráfico de datos en internet móvil se triplicará en dos años, por lo que presentó ayer su manera de hacerle frente: renovar su red a través de un plan a dos años en el que invertirá 500 millones de euros. La compañía sustituirá 15.000 equipos por otros con una capacidad hasta 10 veces mayor.

INVERSIÓN COMPARTIDA / Si bien Vignolles se desmarcó de Telefónica y Vodafone en cuanto a tarifas planas, coincidió con ellos al denunciar que las operadoras son las que más gastan en infraestructuras y exigió «una contribución de todos al esfuerzo inversor», en referencia a los proveedores de servicios y contenidos, como Google, Yahoo y Facebook.

Vignolles se mostró a favor de que las telefónicas negocien con las compañías de internet y vio con buenos ojos el acuerdo entre la operadora de EEUU Verizon y Google, un pacto polémico porque abre la puerta a que se dé prioridad a unos servicios de internet por encima de otros.