La crisis de la deuda causó la fuga de 66.786 millones en solo 2 meses

El contagio de la crisis griega a la deuda pública española ya se puede medir en cifras. En mayo y junio, los dos meses más duros de los ataques de los mercados financieros sobre la economía española, unos 66.786 millones de euros de inversores extranjeros huyeron de España. Eso se notó, sobre todo, en las entidades financieras, que de golpe se quedaron sin su habitual grifo de liquidez y volvieron a quedar al límite del colapso. La huida de capitales concentrada en esos dos meses equivale nada menos que al 6,4% del producto interior bruto

(PIB) o, lo que lo mismo, de la riqueza que se genera en el país en un año.

Estas cifras están recogidas en los datos sobre la balanza de pagos hasta junio del Banco de España que se publicaron ayer. Los datos reflejan que los inversores extranjeros optaron entre mayo y junio pasados por repatriar masivamente fondos. A pesar de esta monumental huida, la inusitada rapidez del Gobierno en adoptar un plan de ajuste del gasto, la reforma del mercado laboral y la nueva ley de cajas, así como los favorables resultados de las pruebas de solvencia de la banca, calmaron a los mercados a partir de julio, según el Ministerio de Economía.

DIFICULTADES EXTREMAS/ Los datos del Banco de España ponen número a las reiteradas quejas de la banca española sobre su imposibilidad de obtener financiación durante ese periodo de tiempo. Y superan cualquier expectativa en este sentido.

En junio, la salida de inversión de cartera de no residentes ascendió a 12.695 millones, mientras que en el apartado de otras inversiones (básicamente del mercado interbancario y de activos con pacto de recompra --repos--), alcanzó los 25.258 millones. Eso supone la salida de casi 38.000 millones en solo un mes, de los que una buena parte eran recursos para la financiación de la banca a corto plazo. En el mismo periodo del 2009 entraron unos 14.000 millones.

En mayo, la salida total de inversión financiera fue de 28.833 millones de euros. En abril apenas había sido de 154 millones y eso porque a finales de ese mes Standard & Poor's anunció la rebaja de calificación crediticia de España, de otro modo, quizá no hubiera habido fuga alguna. En los meses anteriores, los saldos habían sido positivos, excepto en febrero, cuando se vivió otra tormenta financiera. En todo el primer semestre, han salido 73.000 millones de inversión financiera.

José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, destaca la importancia de la pertenencia de España al euro. Eso, en su opinión, impidió que a pesar de esas huidas de capitales, se produjera una crisis cambiaria o que hubiera que recurrir a pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional. Además de las medidas del Gobierno, destaca «el acceso ilimitado a las subastas de liquidez» facilitado por el Banco Central Europeo como tabla de salvación que evitó el colapso de la banca.

ASIGNATURA PENDIENTE / El profesor de Finanzas de Esade Robert Tornabell agrega que el Gobierno tiene la reforma del sistema de pensiones «como asignatura pendiente. Y eso lo reclamarán los mercados».

Tornabell asegura, a su vez, que la debacle de la deuda comenzó realmente en febrero, «con la indecisión de Alemania» sobre cómo actuar ante la crisis griega. Eso acabó implicando a toda la Unión Europea (UE) en un problema que afectaba esencialmente a los bancos alemanes y franceses como principales acreedores de Grecia, explica. Los datos del Banco de España reflejan la salida de inversiones de cartera en manos de extranjeros por valor de más de 20.000 millones en febrero.

Fuentes de Economía destacaron ayer que la banca ha logrado superar las dificultades de financiación y recordaron que en las últimas subastas de deuda pública por parte del Tesoro la demanda de títulos ha superado con creces a la oferta al tiempo que se han rebajado los tipos de interés.