Unas cincuenta empresas españolas en el país

El tigre asiático que más ruge

Singapur tiene el mayor puerto del mundo, las mejores aerolíneas del continente, la cuarta renta más alta por habitante y será la economía más lozana del mundo en el 2010

ADRIÁN FONCILLAS
PEKÍN

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El 'boom' económico de los últimos años ha atraído a extranjeros de todo el mundo a Singapur, una de las ciudades más cosmopolitas del mundo. El Gobierno dijo esta semana que necesitan traer 100.000 nuevos trabajadores de fuera para mantener el crecimiento económico del tigre asiático más potente e innovador.

En el contexto de recesión global, las cifras de Singapur rozan la obscenidad. La economía de la ciudad-estado asiática creció un 18% en el primer semestre, con un alza del 45% en el sector manufacturero. La previsión anual se sitúa entre el 13% y el 15 %. Es una proyección«realista», acuerdan los expertos, y que convertirá a Singapur en la economía más lozana del mundo en el 2010.

Es el mayor empujón desde 1975, cuando Singapur empezó a registrar los datos de producto interior bruto (PIB), y probablemente de su historia. Las exportaciones y el turismo (se han abierto recientemente dos grandes casinos) han sido claves en el desarrollo del país.

Singapur, uno de los cuatro tigres asiáticos, tiene el mayor puerto de mercancías del mundo, las mejores aerolíneas del continente, la cuarta renta per cápita más alta y es actualmente una de las 10 economías más abiertas, competitivas e innovadoras del globo. El éxito descansa en una sociedad meritocrática.

«Los dirigentes han estudiado en las mejores universidades del mundo y están fantásticamente pagados, más que en el sector privado», explica Juan María Portillo, consejero del ICEX en Singapur, la oficina pública que gestiona las relaciones entre las empresas españolas y las locales.

Desde que se independizara, la economía está planificada al milímetro. Son claves la manufacturas en sectores estratégicos de altísimo valor añadido como el farmacéutico, electrónico o petroquímico.«Aquí no abres la industria que quieres. El Gobierno te dice si puedes, cuándo y dónde», sigue Portillo.

Singapur ofrece un entorno comercial limpio (con un sistema judicial independiente y sin corrupción). Con la misma superficie que Menorca, concentra a buena parte de los millonarios asiáticos. A diferencia de China, prima la calidad antes que la calidad.

La presencia española, aunque creciente, es todavía residual en Singapur: una cincuentena de empresas (la mayoría, con oficinas de representación), de las 3.200 europeas. Entre las españolas instaladas en el país figuran las habituales en países extranjeros: Inditex, BBVA y Santander.

La razón no es solo la habitual mezcla de desconocimiento y prejuicios sobre Asia. También la ausencia de un tratado fiscal de doble imposición que sí han firmado ya otros países europeos, y que se espera para otoño, lo que podría favorecer la presencia española.

Según Portillo, los sectores propicios para atraer inversiones de España son las infraestructuras (con inminentes concursos de autopistas, líneas de metro, túneles y basuras), el agroalimentario de calidad («las bodegas más elitistas, porque aquí el vino barato no se vende», aclara) y las colaboraciones con empresas locales de las energías renovables.

Un pie en Asia

Singapur es un punto estratégico para introducirse en Asia, sostiene Edward de Marta, gerente de la filial de Ulma Construcción, tercer fabricante mundial de encofrados y andamios, propiedad del Grupo Mondragón, con sede en el País Vasco.

«Su escaso territorio facilita un rápido conocimiento de la empresa, sin siquiera publicidad», apunta el directivo de Ulma. Pero también dispara los precios de los alquileres de almacenes y naves industriales. Aunque hay una solución al problema: cruzando un puente se llega a Malasia, con alquileres que están a mitad de precio.