Enólogo monta bodega

Tras 17 años deescuderode Álvaro Palacios, uno de los artífices del ascenso del Priorat al Olimpo vitivinícola, el enólogo Joan Asens (44 años) ha puesto en marcha un proyecto propio. Junto a tres vecinos más del Masroig –Denominación de Origen (DO) Montsant– ha fundado las bodegas Orto Vins, cuyas primeras botellas llegaron al mercado en septiembre, con un precio recomendado entorno a los nueve euros.«Hemos debutado en un día algo tapado, pero hay demanda»,dice Asens en alusión cruzada a la denominación de la empresa y a la crisis:Ortoviene del latín y significa«salida del sol por el horizonte».

La primera cosecha con que Asens y sus tres socios –Josep Maria Jové, Jordi Beltran y Josep Maria Beltran, todos con fincas en El Masroig– cimentaron sucellerfue la del 2008.«La crisis ya era manifiesta, y eso fue una ventaja porque no cabía la tentación de ser más grandes de lo que el mercado pedía».Asens elude el término«burbuja»al describir la reciente historia de los caldos de la vecina DO Priorat. Y matiza:«Toda la nueva oferta que se fue incorporando era necesaria, pero algunos de los empresarios que se estrenaron no sabían hacer vinos, y eso la demanda lo distingue».

Cuarta generación de una dinastía vitivinícola, es de los que más saben del fenómeno en que ha devenido el Priorat. Desde que su padre le regalase una prensa de vino a escala cuando tenía cinco años, toda su energía vital ha ido a este oficio. Formado también en ingeniería técnica agrícola, fue director de la escuela de enología en Falset, pionera en Formación Profesional en Catalunya. En 1991 pasó a sueldo de Álvaro Palacios, un riojano visionario que creyó en la virtud de unas tierras difíciles de trabajar pero que, mimadas, dan lo mejor. Eran años en que definían sus proyectos otros pioneros, como Carles Pastrana, René Barbier y Josep Lluís Pérez. La comarca, deprimida durante décadas, estaba a punto de entrar en una etapa de ebullición económica a la que la crisis ha puesto freno.

¿Por qué un proyecto propio ahora, y no antes? Dice que en su decisión pesa la herencia familiar.«Quería salvar mi finca: hasta ahora vendíamos la producción, pero los precios se deterioran. Por eso nos hemos convertido en bodegueros». La relación con Palacios la define como«de hermandad».«De hecho, soy okupa de su laboratorio, porque no disponemos de uno propio».

Este elaborador, que como tantos enólogos agota adjetivos al medir un caldo, dice que sus vinos son«honestos».«Cada una de nuestras fincas da un fruto diferente, por eso vamos a lanzar tantas marcas como vinos diferentes nos da la tierra. Otros mezclan; nosotros, no».

Asens no cree que hubiese burbuja de precios en el Priorat. «En términos proporcionales, si se tiene en cuenta la bajísima productividad del Priorat y de Montsant, el kilo de uva se paga mejor

en el Penedès».