Quique González, el detective de las emociones

Al cantante madrileño le va la novela negra. Y se le nota: en la estética de su último e intenso disco, 'Me mata si me necesitas'

NÚRIA MARTORELL

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La canción más dolorosa de Quique González está en su nuevo disco. 'La casa de mis padres': "Dormir con las botas puestas / soñar entre canciones de cuna / bienvenido al club, nadie te apura / en la basura de las horas muertas. / Luchar con la puta culpa / saber si necesitas ayuda / necesito luz en la última curva / para vivir como me dé la gana. / Papá, la casa huele a mamá". El desgarrador recuerdo a los padres fallecidos cierra su nuevo trabajo, 'Me mata si me necesitas'. Un disco diez –el décimo de su discografía–, en el que resume sus dos últimos años en diez intensas canciones.

La gira de presentación partirá el próximo 1 de abril de Pamplona. La cita en Barcelona viene de la mano de la promotora Les Nits de l’Art y será el 15 de abril en la sala Apolo (Festival Mil.lenni). González estará arropado por los mismos músicos que le acompañaron en el tour de 'Delantera mítica', con el que entró en el número uno en la lista de ventas y que fue elegido mejor disco del 2013 según los lectores de 'Rolling Stone'. A su sólida y consolidada banda la ha rebautizado como Los Detectives. 'Detectives' es el título también de una de las nuevas piezas de un compacto que humea novela negra en las letras y hasta en la estética de la carátula.

El cantante, que a los 13 años intentó entrar en el equipo de cadetes de fútbol del Real Madrid (una lesión truncó su carrera deportiva), cuenta con una cómplice alineación en la que no puede faltar el cantautor César Pop (piano y teclados), con el que vuelve a compartir la autoría de algunas de las piezas (exactactamente la mitad del repertorio). "Mi gran compañero desde hace tres discos".

"Con esta formación nos lo pasamos tan bien, en el escenario y fuera, que la quise en el estudio. Cuando empezamos a grabar, llevábamos muy pocos meses sin tocar, así que estábamos en plena forma. Teníamos que aprovechar el impulso. Todo ese tiempo actuando juntos ha provocado que estemos muy ensamblados y, evidentemente, ha contribuido mucho al resultado final".

En el sonido de 'Me mata si me necesitas' prevalece la influencia de la que se ha imbuido a conciencia, el rock norteamericano de los años 90. Y brillan de nuevo sus adictivas cadencias melódicas: el tema 'Ahora piensas rápido' que canta en acústico para DOMINICAL, así como el sencillo, 'Se estrechan en el corazón', son la mejor prueba.

"Me gustaría que fuera un álbum capaz de reconfortar un poco la pérdida. De hecho, es más luminoso que la mayoría de mis discos. Más vitalista. Se habla de emociones. Fuertes. Positivas y negativas. Todo ondula a través de la emoción. Pero insisto: no quiero asustar a nadie. Es menos oscuro que los tres últimos".

Disparos al corazón

'Me mata si me necesitas' le sirve de catarsis para recuperarse de otro disparo al corazón: una difícil ruptura sentimental. Y llega tras su "época Nashville", donde se fue a grabar los predecesores 'Daiquiri blues' y 'Delantera mítica'. Entonces, con músicos y un productor de relumbrón [Brad Jones], del otro lado del Atlántico. ¿No hace falta irse a Estados Unidos, a la mítica cuna del country, para hacer un discazo? "¡Claro que no! Es una lectura provinciana. No grabé ahí para demostrar nada. Es evidente que se puede trabajar aquí, y con músicos y un productor de aquí [en esta ocasión, Ricky Falkner], y hacerlo bien". El "aquí" al que se refiere es el estudio La Casamurada de Tarragona, donde se encerraron el pasado julio y, "en un ambiente de camadarería total y bastante hippismo, la grabación fluyó hasta dar con la toma más emocionante". 

Quique González fue animador turístico en un hotel de Mallorca [cuesta imaginárle en estas lides]. Y trabajó en un McDonald’s en Londres [él mismo confirma este dato de Wikipedia]. "En Londres fue cuando decidí que quería dedicarme a la música. No sabía qué hacer con la vida y al menos ahí tenía la sensación de que aprendía inglés. ¡Hasta mi familia estaba más tranquila! Pero el trabajo era una mierda. Y me evadía componiendo", relata.

De regreso a Madrid, Gonzalez decidió buscar un profesor de guitarra. Y contactó ni más ni menos que con Carlos Raya (guitarrista/productor de Antonio Vega, M Clan, Fito & Fitipaldis, Leiva...). "Tendría unos 21 años y me pasaron su teléfono en una tienda de guitarras. En realidad, dimos pocas clases. Enseguida le enseñé mis canciones y pasó a estar más pendiente de ellas que de mis progresos con el instrumento. Andrés Calamaro dice que nos distinguimos entre músicos y músicos de rock. Yo pertenezco a esta segunda categoría".

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"Cuando sabes\u00a0","text":"\"Cuando sabes\u00a0perfectamente c\u00f3mo funciona algo, deja de interesarte, pierde ese halo de misterio\""}}¿Y se ha planteado qué sería de su propuesta si hubiera pasado por el conservatorio? "Seguramente hubiera tenido una infancia mucho más infeliz. Y seguramente también, al tener una formación clásica, academicista, etcétera, con tanta disciplina, se perdería ese halo de misterio que envuelve las canciones. Cuando sabes perfectamente cómo funciona algo, deja de interesarte. Puede que sea una excusa en la música rock. Creo que está muy bien que haya músicos de rock de conservatorio, pero quizás son los más adecuados para los cantantes comerciales. La riqueza de la música es que cada uno puede llegar a un sitio diferente. De eso saben mucho los músicos de jazz. Jorge Pardo dijo en una entrevista que si algo aprendió en su paso por el conservatorio es que eso no iba con él, que lo que le atraía era la música y la escuela de la calle".

Carlos Raya se convirtió durante años en su productor de cabecera. "Y en un hermano mayor. Él y Enrique Urquijo son las personas más decisivas que he encontrado en la música". Al añorado cantante de Los Secretos lo conoció cuando empezó a foguearse en directo en pequeños locales como El rincón del arte nuevo. Para él escribió dos temas: 'Aunque tú no lo sepas' y 'Desde que no nos vemos', inspirada en el poema de Luis García Montero y que interpetaron juntos en el programa 'Séptimo de Caballería' (en diciembre de 1998).

"Fue clave para confiar en mis canciones. Y me sirvió para conseguir una compañía de discos y que la gente se fijara en mí". El músico funciona ahora por libre. "No me gustan las multinacionales, tuve bastantes conflictos y decidí ir por mi cuenta". Y se ha afincado en Villacarriedo (Cantabria), el escenario donde está tomada la foto de la portada del disco, un guiño a la serie 'True detective'. "Buscábamos un sitio con olor a crimen. Y lo encontramos en este antiguo seminario". Quique es y será siempre el principal sospechoso de su éxito.