Herencia de Walt Disney (3/11/2013)

Diane Disney Miller, en una imagen del 2005.

Diane Disney Miller, en una imagen del 2005. / LB at

JUAN MANUEL FREIRE

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Si de algo no puede acusarse a Diane Disney Miller es de ansias de protagonismo. A veces hasta cuesta recordar que Walt Disney crió a dos hijas con su esposa Lillian. Diane, biológica, y Sharon, adoptada. Las primeras que accedieron a las imágenes icónicas de Fantasía, Dumbo, Bambi... Testigos de primera mano de la creatividad de una figura clave de la cultura popular del siglo XX: el creador de un ratón llamado Mickey y de un parque de recreo en Anaheim que representaría una forma imperial de concebir la industria del entretenimiento.

Sharon falleció en 1993 a causa de un cáncer de pecho. Diane sigue viviendo casi en el anonimato en el viñedo del Valle de Napa, California, que comparte con su marido Ron Miller, antiguo presidente de Disney. Durante las cuatro últimas décadas, Diane solo ha elevado la voz cuando ha considerado que era estrictamente necesario. Por ejemplo, protestó contra varios biógrafos de su padre, como Neal Gabler, cuyo libro Walt Disney. The Biography había sido aprobado por varios miembros de The Walt Disney Company. En distintos momentos desmintió que Walt estuviera criogenizado ("él afrontó su muerte con coraje y dignidad"), que fuera antisemita ("un rumor vil") o que fuera el hijo ilegítimo de una madre española. Siempre que tiene oportunidad remarca: "Era un tipo bastante bueno".

Magia antigua

También lo hace en algún momento de esta entrevista, organizada con motivo del lanzamiento de la Edición Diamante (primera vez en Blu-ray) de 'El libro de la selva', uno de los clásicos absolutos de la casa Disney, estrenado el 18 de octubre de 1967 en Estados Unidos (llega a España el 16 de diciembre). Aunque vendió todo su estoc de The Walt Disney Company a finales de los 80, a Diane le gusta hablar de las películas de su padre. En particular de esta: la última en la que su padre dejó su impronta. Según ella, los filmes creados posteriormente por la compañía no acaban de capturar "la magia antigua".

Diane Disney Miller habla, vía telefónica, desde San Francisco. Allí –curioso si tenemos en cuenta que Walt vivió y trabajó al sur de California– tiene su sede el Walt Disney Family Museum, en lo que fue a finales del siglo XIX un cuartel militar. El museo es un proyecto personal de Diane, fi nanciado a través de una ONG, The Walt Disney Family Foundation, con su hijo Walter Elias como presidente.

Siete nietos

Según Diane, hay momentos en las películas de Walt que tienen que ver con sus experiencias como padre. Un ejemplo: el rey de Cenicienta, que quería que su hijo se casara para poder tener algunos nietos. Walt dijo: "Él es como yo... Quiere nietos". Diane le dio unos cuantos: Christopher, Joanna, Tamara, Jennifer, Walter Elias, Ronald y, nacido cuando Walt ya había fallecido, Patrick.

En 'El libro de la selva' no encuentra personajes demasiado parecidos a su padre, aunque es sabido que su contribución más importante

fue dar importancia al personaje de Baloo. Eso y tener a Phil Harris, el cantante de los 40, para darle voz en el original. "Mi padre

adoraba a Phil. Después volvió a hacer de oso en Robin Hood". Para Diane, la mejor parte de la película no tiene que ver con Baloo, sino con la a pantera Bagheera. Siempre observa "con lágrimas en los ojos" el comienzo: "Cuando la pantera negra descubre al bebe" en el bote naufragado y decide llevárselo para que sea criado con los lobos. Me gusta la relación de amistad y casi paternofilial que existe entre Mowgli y Bagheera; para cualquier persona debe de resultar fácil emocionarse con ella. Pienso a menudo tambie'n en la secuencia final, cuando Mowgli descubre a la niña. Es un momento de separación, pero está visto con optimismo".

El 'libro de la selva' es, vista hoy, aún perfecta. E incluso puede sorprender la naturalidad de los movimientos de sus personajes. "Es cierto -corrobora Diane-. Sobre todo en esas imágenes del chico caminando solo por la jungla. Son mis ima'genes favoritas". Se buscaba la melancolía que desprenden. Porque todos recordamos sus canciones vitalistas, pero es una peli'cula con instantes de tristeza solitaria. "Creo que si". Y, de hecho, me parece halagador que usted reconozca la belleza triste de esas imágenes".

Le pregunto a Diane si contribuyó de algún modo, con ideas de cualquier tipo, a la creación de la película. "No, tampoco crea. En aquellos momentos tanto mi hermana Sharon como yo estábamos felizmente casadas y ejercíamos nuestro trabajo, sobre todo, en casa".

Infancia

Walt no habló nunca mal de su infancia; solo dijo que "trabajaba mucho". Tampoco Diane tiene nada malo que decir sobre sus primeros años de vida. Nacida en Los Ángeles en 1933, recuerda cómo su padre le leía cuentos y cómo la llevó a ver una proyección de 'Blancanieves y los siete enanitos', en el año 1937, en el estudio Hyperion. Eso es tener memoria. "Cuando la reina se convertía en una bruja, pedí salir de allí!".

Miller solía ver pruebas de las películas de Disney en la sala privada de la familia. La pequeña hacía críticas que el padre escuchaba atento. Diane nunca le perdonará que matara a la madre de Bambi. "Creo que, de algún modo, tanto mi hermana como yo le ayudábamos a desarrollar historias. La madre de Bambi no necesitaba morir, pero según mi padre solo estaba siguiendo el libro". Uno puede sugerir que, siendo Walt Disney, uno puede hacer con cualquier libro lo que le venga en gana, pero en este caso el creador no quiso aligerar el drama.

"Papá siempre queriía hacerse cargo de todo el mundo", explica Diane. Su padre siempre la protegió. Según la biografía escrita por Gabler, cuando Diane tuvo su primera menstruación y corrió a sus padres entre el 'shock' y la confusión, fue su padre, no su madre, quien la consoló". Walt también podía tener sus momentos de mal carácter, según explica la biografi'a escrita por Bob Thomas: "Anoche le di una bofetada a Diane", le explicó a una confidente de la compañía. "Debió de hacer algo malo", contestó ella. "Y tanto que lo hizo. Se quedó ahí echándome esa fea mirada Disney".

Escribir un guión

Pero su padre siempre la protegió. ¿Quizá en exceso? Cuando tenía 16, Diane le preguntó a su padre si podía trabajar en verano, y él le dijo que no, que eso sería quitarle un trabajo a alguien realmente necesitado. Aunque nunca la presionó para formar parte del negocio, Walt le propuso escribir un guion sobre un descendiente de Robinson Crusoe que, vaya por Dios, acaba tambie'n naufragando, pero ella no quiso hacerlo. Al final lo escribió él mismo: fue 'El teniente Robinson', con Dick van Dyke.

A los 20, Diane se casó con Ron Miller, jugador universitario de fútbol americano. Esto último lo determinó todo alrededor de la boda en Montecito, California, en 1954. El pastor era antiguo jugador y entrenador, y la tarta de cinco pisos estaba coronada por un jugador y una jugadora de fu'tbol americano.

Diane y Ron tardaron poco en formar una familia: siete meses y un día después de la boda, nacía Christopher Disney Miller. Aunque en principio la madre pensó en llamar al niño Walter, finalmente creyó que, como nueva persona que era, necesitaba un nuevo nombre. Reservarían el nombre deWalter para un hijo posterior. Dos años después, mientras Ron completaba sus obligaciones militares en Fort Ord (California del Norte), Diane tuvo a Joanna. La pareja compró una casa con las ventas de un libro, 'The story of Walt Disney', firmado por ella pero escrito, esencialmente, por el hombre en letra pequeña de debajo: Pete Martin.

Líos de familia

No todo ha sido paz en la familia Disney. El primo de Diane, Roy E. Disney, supervisó la maniobra que en 1984 sacó de la presidencia de The Walt Disney Company a su marido para poner a Eisner, quien, por otro lado, hizo crecer los beneS, cios enormemente entre 1984 y 2005. Pero ella prefiere quedarse con el lado positivo y destacar la parte buena, menos compleja y oscura, de formar parte de un legado así. "Me siento realmente abrumada por todo lo que consiguió mi padre. Cada día soy algo ma's consciente de todo cuanto él y sus películas significan para tanta gente alrededor del mundo".

¿Y en su caso, cuál es su película favori ta? ¿Es cierto que adora 'Alicia en el País de las Maravillas'? ¿O será la propia 'El libro de la selva'? Gente como Brad Bird -director de 'Los increíbles', uno de los máximos clásicos de Pixar, estelar subsidiaria de Disney- ha declarado que fue su inspiración para entrar en la industria. "No tengo ninguna favorita entre las películas de papá. Y me gustan todas las películas de Pixar, he de decir. Vivimos un gran momento para la animación. De ahí que los padres casi tengan más ganas de ver estas películas que los propios niños".