Antonia San Juan: "Afortunadamente, ya no he de reivindicar nada"

La actriz canaria pasea por los escenarios sus mejores monólogos y ultima su nueva apararición estelar en la teleserie 'Gym Tony'

LUIS MIGUEL MARCO

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Pelo blanco. Jersey blanco. Alma blanca. Y ese acento canario que modula a voluntad. Esa voz que va y viene a sus orígenes, que se sitúan en Las Palmas de Gran Canaria, en la primavera de 1961. "Tengo muy presente mi llegada a Madrid, a mis 19 años, con muchas ganas, ningún contacto y 25.000 pesetas que me duraron dos días. A punto estuve de dormir en el metro. Pero yo quería irme y me fui. Perdí el mar y gané una carrera", dirá durante la conversación. Y no, no es el arranque de ninguno de esos monólogos, ácidos y agridulces, que ahora pasea por los escenarios en versión 'Lo mejor de...' —"como Madonna y sus grandes éxitos", bromea ella—. Es su verdad.

Está agradecida por trabajar en lo que le gusta. Porque si alguna faceta reivindica Antonia San Juan, ella que no se erige en adalid de nada, es esa. "Yo no me he quedado esperando a que me llegara el pan, he aprendido a amasarlo. Para mí el trabajo es un don. Y, afortunadamente, ya no tengo que reivindicar nada. Soy Antonia San Juan desde hace mucho tiempo".

Y es que después del personaje de Agrado en 'Todo sobre mi madre' llegó su oportunidad, pero también llegó el vacío. Hizo ese papel de transexual en la cinta de Almodóvar con 37 años y fue un regalo, pero también un agujero negro que se tragó todo lo demás. Le ofrecían más de lo mismo. "Y, en esta vida y en este oficio, no te puedes quedar en el recuerdo. Me ha pasado también con ese otro personaje de Estela Reynolds en 'La que se avecina'. Estoy muy agradecida y me ha hecho muy popular, pero se acabó. A otra cosa", explica gesticulando lo justo.

Su propia productora

Por eso, en lugar de sentarse en el diván, decidió montar su productora, con su compañero de vida, el actor Luis Miguel Seguí. Y dar rienda suelta a sus anhelos. "Ese fue otro momento crucial. ¿Qué podía hacer si no me llegaban ofertas y yo desde muy chica aprendí que para ganar dinero hay que trabajar?". Empezó a desempolvar sus textos, sus guiones. A dirigir cine. Y a sacar a escena sus monólogos.

"Para los textos teatrales he contado con piezas de gente como Terenci Moix, Quim Monzó, Félix Sabroso y Enrique Gallego. Lo que pasa es que necesito improvisar sobre esos textos, llevarlos a mi terreno, utilizar esos personajes para meter acotaciones. Así son mis soliloquios, que no tienen nada que ver con 'El club de la comedia'. Yo no hablo del horror de las vacaciones del verano o de que el perro se ha hecho caca. Lo mío es otra propuesta", explica.

A Antonia San Juan le brillan con más intensidad sus ojos verdes cuando recuerda a dos personas queridas que la han dejado recientemente. "Mi mejor amiga, [la directora canaria] Dunia Ayaso, falleció el 28 de febrero. Y mi madre murió el 6 de enero. Han sido las dos mujeres más importantes de mi vida, mi madre porque me parió y mi amiga porque lo era desde los 15 años. Por cierto, me molestó mucho que no la mencionaran en los obituarios en los Premios Max de teatro. Pero, bueno, hay que tirar para adelante. En la vida va implícita la muerte".

Antonia ya ha decidido hasta cómo quiere que sea la suya. Está por escrito. "Cuando sea muy viejecita, en un avión, sin molestar a la familia ni a nadie. Algo fulminante. Me quedo dormidita y ya está. Como dice Terenci Moix en 'Amami Alfredo', un infarto y a tomar por el culo". Y suelta una sonora carcajada.

Buena observadora

En el germen de su oficio y de su técnica está la observación. "Yo es que disfruto y sufro mucho de la vida. Si veo una paloma agonizando, me da el día. Y si veo un abuelo comiendo solo, me pongo triste. Y, a la vez, me río con otras situaciones, como la de querer quedar bien. Todo el mundo quiere quedar bien. Hasta el Rey quiere quedar bien. Yo soy buena observadora. Y una gran imitadora. Por eso me gusta tanto componer personajes que no se parecen nada a mí", explica. 

Y en eso anda. La veremos con Iván Massagué en la nueva 'sitcom' de Cuatro: 'Gym Tony'. "Es un doble sentido. Y mi papel es totalmente opuesto a Estela Reynolds. Lo estoy pasando bien. Y además es muy cómodo porque grabo cerca de casa".

El cine deberá esperar. Hasta siete guiones tiene escritos. "Pero me los comeré con papas", aventura. Así que nos quedamos con el regusto amargo de 'Del lado del verano', que rodó en Gran Canaria. "Tardé tres años en poder financiarla y hacerla, así que imagine cómo están las cosas".