Calles sin malos humos

Menos coches, más personas. La peatonalización cohesiona los barrios al convertir las vías en prolongaciones de las viviendas y suele dinamizar la actividad comercial. Al fomentar la llamada movilidad humana, la contraria a la motorizada, se reduce el riesgo de accidentes viarios, la contaminación acústica y las emisiones

En la foto superior, la calle de Rogent, un eje comercial con tiendas de barrio.En el centro, la calle de Aiguafreda, conocida como la calle de las lavanderas.Debajo, la calle de Major de Sarrià, sin coches en el último tramo.

En la foto superior, la calle de Rogent, un eje comercial con tiendas de barrio.En el centro, la calle de Aiguafreda, conocida como la calle de las lavanderas.Debajo, la calle de Major de Sarrià, sin coches en el último tramo.

TEXTO: LUIS BENAVIDES/ FOTOS: RAQUEL GONZÁLEZ

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CIUTAT VELLA

PORTAL DE L'ÀNGEL

Muy concurrida

Portal de l'Àngel es una de las calles comerciales que registran a diario un mayor número de visitantes. Esta calle peatonal, auténtico centro comercial a cielo abierto,  reúne algunas de las principales marcas y franquicias internacionales. «Es una calle muy concurrida, y a veces no puedes ver ni las baldosas, pero apenas hay viviendas en uno o dos bloques. El resto son tiendas y oficinas», cuenta Alfonso Sánchez, conserje del número 38 desde hace ocho años. «El edificio está lleno. Los alquileres no son precisamente baratos, pero es una de las calles más codiciadas por su situación central», añade Sánchez, quien subraya que las furgonetas solo pueden entrar para cargar y descargar entre las ocho  y las once de la mañana.

EIXAMPLE

ENRIC GRANADOS

Entre dos arterias

Situada en el corazón del Eixample, entre dos arterias vitales como Aribau y Balmes, la calle de Enric Granados destaca por su plataforma única.  En un par de tramos, en los dos extremos, tocando Diagonal y Diputació, es peatonal.  «Para ser Barcelona, es una calle muy tranquila. Puedes ir en bici tranquilamente, sin coches», destaca Isaac Garcia, quien circula por el carril- bici dirección a Sant Antoni. Para mayor sensación de sosiego, la plaza del Doctor Letamendi rompe el gris con su gran arboleda.

GRÀCIA

ASTÚRIES

Inyección de vitalidad

La calle de Astúries conecta la parada de metro Fontana, en Gran de Gràcia, con las plazas del Diamant y de la Virreina. «La peatonalización de la calle le inyectó mucha vida, cambió de la noche al día, para bien», recuerda Fermín Pérez, propietario de Espejos y Cristales Andreu (Astúries, 7). Pérez, vecino de la Vila de Gràcia, recuerda las antiguas aceras, demasiado estrechas, y el goteo constante de coches.

HORTA-GUINARDÓ

AIGUAFREDA

Esencia de pueblo

La plaza de Eivissa luce este verano más peatonal que nunca después de casi un año cercada por obras. Pero no es, ni mucho menos, el único espacio cerrado a los vehículos motorizados de Horta-Guinardó. «Una de las calles peatonales más bonitas es Aiguafreda. Sigue igual que siempre, con sus casitas bajas y las picas donde las lavanderas limpiaban la ropa a las familias pudientes de Barcelona», explica Carles de la Prida, de la bodega Massana (Horta, 1). Las casas de esta calle conservan con sumo celo la esencia del antiguo pueblo de Sant Joan d'Horta, como se llamaba Horta antes de su anexión a Barcelona en 1904.

LES CORTS

CABESTANY

Mayor tranquilidad

El casco antiguo del barrio de Les Corts cuenta con una impagable zona peatonal y semipeatonal alrededor de la plaza de la Concòrdia, con numerosos tramos vetados a los automóviles, como Cabestany. «Aquí muchas terrazas y los padres podemos tomar algo tranquilamente mientras los niños juegan porque no hay coches», explica Marta Pijoan, madre de dos hijos de 4 y 6 años.

NOU BARRIS

JOAQUIM VALLS

Mejoras urbanísticas

La siempre bulliciosa calle de Joaquim Valls acerca la avenida de Río de Janeiro y la Ronda de Dalt en un agradable paseo entre tiendas de barrio de todo tipo. «Cuando no era peatonal también pasaba mucha gente. Siempre ha tenido mucha vida», apunta Antoni Garcia, vecino y  propietario de la tienda de fotografía Fun Foto (Joaquim Valls, 21). Garcia todavía recuerda como la peatonalización de la calle sirvió para urbanizar la plaza Verda de la Prosperitat, antes un descampado.

SANT ANDREU

AJUNTAMENT

Pasillo entre plazas

Las plazas de Orfila y del Comerç están unidas por un estrecho pasaje de apenas 100 metros. Es la calle del Ajuntament. Por su situación y tamaño esta calle es peatonal de origen. Otras calles cercanas, sobre todo alrededor del mercado municipal, han restringido el paso a los vehículos motorizados e incluso lucen unos adoquines que disuaden a los conductores.

SANT MARTÍ

ROGENT

Pequeño eje

La calle de Rogent es uno de los espacios urbanos más valorados por los vecinos del Camp de l'Arpa del Clot. Su peatonalización, hace ya unos 20 años, convirtió la vía en un eje comercial. «Siempre hay mucha gente, pero habría preferido que dejaran un carril para los coches porque ahora estamos algo aislados del resto de Barcelona», apunta José Antonio García, vecino y comerciante de la calle.

SANTS-MONTJUÏC

RIEGO

Ejemplo a seguir

La calle de Riego comunica el carrer de Sants y Sants-Estació, pasando por la plaza de Osca. Son muchos los bares y las cafeterías que han abierto en los últimos años en esta vía sin malos humos. «Lleva muchos años cerrada. Y deberían haber más calles así, sin coches, por las que podamos pasear tranquilos los niños y los mayores», afirma Conxita Andrés, miembro de la Associació de Veïns i Comerciants del Triangle de Sants (Riego, 11).

SARRIÀ-SANT GERVASI

MAJOR DE SARRIÀ

A sus anchas

Hace ya casi una década que la calle Major de Sarrià cerró el paso a los vehículos. Desde entonces, los vecinos pasean a sus anchas y establecimientos como la mercería Bricall (Major de Sarrià, 72) salen a la calle. «Sacamos las sillas y nos ponemos  con nuestras clientas a hacer labores, como si fuera un pueblecito», explica la propietaria, Maria Rosa Fàbregues Bricall.