UNA historia de GRÀCIa... el puente de Vallcarca

El viaducto que transformó un barrio aislado

La apertura del puente, en 1923, unió la zona de descanso con el resto de la ciudad

Imponente  8El puente de Vallcarca, visto desde la avenida.

Imponente 8El puente de Vallcarca, visto desde la avenida.

REBECCA BOSCH BASSAT
BARCELONA

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Situado en la parte alta de Gràcia y entre las colinas del Putget y El Coll, no es casualidad que este viaducto lleve el nombre de Vallcarca y es que se trata de uno de los puntos más característicos y conocidos del barrio.

El puente, diseñado por el arquitecto Miquel Pascual Tintorer (1849-1916), autor también del mercado de la Llibertat de Gràcia, tiene una estructura sencilla y su decoración se determina por cuatro conjuntos de leones alados con el escudo de Catalunya y el de Sant Jordi. Además, está formado por dos grandes losas: la inferior une dos pilares de hormigón, mientras que la superior se encarga de configurar la calzada. El viaducto, que atraviesa la avenida de Vallcarca, dónde antiguamente se encontraba la riera, es suficientemente ancho como para permitir el paso de peatones y vehículos.«Los vecinos de Vallcarca lo cruzan para ir a comprar», señala Salvador Ardid, de 89 años, dueño del bar El Rincón, que mira hacia el puente.

Contra el aislamiento

A principios del siglo pasado, Vallcarca desprendía paz gracias a su ubicación aislada del centro de la ciudad, en las faldas la montaña de Collserola. Por eso, eran muchos los barceloneses que pasaban las vacaciones en esta tranquila área de la ciudad. Fue en 1903 cuando el ayuntamiento proyectó la construcción del puente de Vallcarca, para cruzar la riera y comunicar las colinas de El Coll y el Putget.«Sin embargo, por problemas administrativos, la pasarela no fue inaugurada hasta 20 años después, en 1923», explica Carme Cristià, del Taller de Història de Gràcia. A partir de entonces, Vallcarca se convirtió en un zona mucho más poblada y transitada.«La apertura del puente dio más vida al barrio», apunta Ardid.

Junto al viaducto hay ahora muchos edificios. Al encontrarse cerca del parque Güell también recibe a muchos turistas, que se topan con él a la salida del metro de Vallcarca. El puente no es solo original en su imponente aspecto, sino que además se cimentó con hormigón armado.«Una técnica novedosa para la Catalunya de entonces» señala Cristià. Los planes urbanísticos pretenden devolverle su antiguo esplendor.