RED DE AYUDA A PENSIONISTAS CON PROBLEMAS

Se busca anciano

Vecinos y entidades de Les Corts colaboran para localizar a personas mayores que viven solas. El plan preventivo comenzó en Gràcia

Vecinas de Sant Ramon 8Carmen, de 92 años, y María, de 75.

Vecinas de Sant Ramon 8Carmen, de 92 años, y María, de 75.

LUIS BENAVIDES
BARCELONA

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Después del éxito de la prueba piloto en el barrio de Gràcia Camp d'en Grassot, el proyecto Radares se extiende progresivamente y para el 2014 está previsto que llegue a toda la ciudad. El objetivo es facilitar a las personas mayores que puedan seguir viviendo en su hogar con la complicidad del entorno, siendo prioritarios los casos de mayores de 75 años que viven solos con riesgo de aislamiento y exclusión social. El proyecto incluye un servicio puerta a puerta y llamadas para hacer un seguimiento telefónico gracias a la implicación de entidades, vecinos y comerciantes.

En Les Corts, donde desde el 2011 se trabaja en la detección de mayores que requieren especial atención, se ha comenzado a organizar esta red de prevención en el barrio de La Maternitat i Sant Ramon, pese a que la idea inicial era aplicar el proyecto Radars en el verano del 2014. «Hemos comenzado antes para estar totalmente operativos cuando llegue esa fecha», explica Sebastián López, director territorial de Servicios Sociales de Les Corts.

Razones demográficas

La elección del barrio de La Maternitat i Sant Ramon obedece a razones demográficas. Y es que, a partir del último padrón municipal, el equipo de López constató que la zona conocida como El Racó de Les Corts era, con 398 personas, la que concentraba más mayores de 75 años que viven solos. «Es una zona muy pequeña, pero en números absolutos tiene más gente con esas características», puntualiza López.

La colaboración de entidades especializadas como Creu Roja y Amics de la Gent Gran es vital, tanto como la participación de los vecinos y comerciantes, respetuosos observadores de la dinámica diaria de la gente mayor. «Esta iniciativa tiene una buena acogida porque no requiere un voluntariado abnegado. Solo pedimos a los voluntarios y comercios de proximidad que estén atentos a sus vecinos más mayores, y que pongan en conocimiento cualquier deterioro físico, cambios en el comportamiento o si echan de menos algún cliente habitual», asegura Rosa Rubio, directora del proyecto.

Las entidades del barrio relacionadas de alguna manera con los ancianos recibieron una carta animándolas a colaborar como radares o haciendo el seguimiento telefónico. L'Aula d'Extensió Universitària (Dolors Masferrer, 33) de Les Corts fue una de las primeras en confirmar su apoyo. «Cada lunes reunimos en nuestras conferencias a unas 150 personas que tienen una media de edad de 70 años, sensibilizada con el tema. De aquí saldrán muchos voluntarios», aclara el vicepresidente, Rodolfo Mitjans.

Cristina Castillo, voluntaria desde hace más de 15 años de la parroquia de Sant Ramon, hace tiempo que ejerce de radar de forma natural. «Las mujeres más mayores vienen a la iglesia, rezan y hablan de sus cosas. Muchas se conocen, y entre ellas también se vigilan las unas a las otras», asegura Castillo, que ayuda cada mes con ropa y alimentos a mucha gente que envían desde Servicios Sociales. El trabajo de Radars, en cambio, concluye Castillo, debe ser preventivo: «Entre todos debemos evitar que las personas mayores se aíslen».