Inserción hostelera

Entre 16 y 19 años, sin título de graduado en ESO y empadronados en el distrito de Sant Martí. Estos son los tres requisitos principales para poder optar en enero del 2013 a una de las 15 plazas becadas para un curso básico de hostelería impartido por la Escola Superior d'Hosteleria de Barcelona (paseo de Taulat, 243) . «Este programa de inserción está dirigido a jóvenes sin trabajo, sin estudios superiores y, por tanto, en riesgo de exclusión social. La previsión es que el 50% de los alumnos, como mínimo, salga del curso con un contrato laboral gracias a la bolsa de trabajo del propio centro educativo escogido», explica Dionisio Ortiz, miembro de la dirección del departamento Serveis a les Persones de Sant Martí.

La Escola Superior d'Hosteleria de Barcelona es un fundación sin ánimo de lucro inaugurada en 1985 por iniciativa de los gremios de restauración y hoteles de Barcelona. «Este es el primer año que se realizará un curso con el Consorci d'Educació de Barcelona y será un curso de 220 horas con todo lo necesario para que sea una formación certificada», explica Iñaki Gorostiaga, director general de un centro por cuyas aulas pasan cada año unos 400 alumnos.

Descubrir la FP

En el curso de servicio básico de restauración y bar los jóvenes becados aprenderán las normas, aplicación y condiciones higiénicas sanitarias, así como el uso de los principales instrumentos de un restaurante o cómo servir los productos. «Es un curso 100% presencial con un contenido teórico fundamental y con un gran componente práctico que facilitará a los alumnos su inserción en el mundo laboral», cuenta Gorostiaga, quien matiza que todo dependerá de las aptitudes del alumno y de la evolución del sector.

Esta acción se enmarca en un paquete de medidas orientadas a la ocupación iniciadas desde el departamento de Serveis a les Persones de Sant Martí. Entre otras, la elaboración de una guía de recursos para emprendedores y profesionales en general de la zona del Besòs y unas jornadas de orientación a los jóvenes y a sus familias. «Estas jornadas ya se han realizado otras veces y buscan que los jóvenes de final de la ESO puedan descubrir la Formación Profesional, que hasta hace poco era el patito feo. Solo aquí, en el distrito, ya tenemos seis centros públicos y concertados muy potentes», cuenta Ortiz.

Para Ortiz es fundamental conectar los elementos del territorio con potencial: «Por un lado, tenemos en Sant Martí una escuela de hostelería con prestigio, y por otro, muchos hoteles y restaurantes, que están aguantando bien a pesar de la coyuntura». La explicación de esto último, añade Gorostiaga, está en que «solo los sectores que no se regeneran a tiempo sufren más y durante más tiempo las crisis y sus consecuencias».