UNA historia de NOU BARRIS... el pasaje de Santa Eulàlia

Las casitas herederas de Ramon Casas

LA EXPO: 'Can Garrigó i Ramon Casas', en la Biblioteca Vilapicina i la Torre Llobeta.

El pintor modernista cedió el terreno en el que una hermana suya edificó las viviendas

De tierra 8El pasaje de Santa Eulàlia, sin asfaltar.

De tierra 8El pasaje de Santa Eulàlia, sin asfaltar.

SARA MINGOTE
BARCELONA

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«El pasaje es fabuloso. En él se vive muy bien y todos los vecinos nos conocemos», comenta Pilar Orozco, de 80 años, que reside en una de las casitas que se encuentran en el pasaje de Santa Eulàlia. Otra vecina, Glòria Benaque, añade tras las palabras de su compañera: «Antes hacíamos fiestas a pie de calle, nos reuníamos». Las dos vecinas han participado, aportando material fotográfico y documentación, en una exposición de carácter reivindicativo sobre su calle que ha organizado otro de sus vecinos, Jordi Sánchez,

La isla de casas que conforma el pasaje está compuesta por las calles Pardo, Riera d'Horta, Antoni Costa, Escòcia y el propio pasaje. En estas calles se suceden hileras de casitas unifamiliares de dos plantas estilo británico, cada una de ellas con su respectiva valla y sus pequeñas parcelas de jardín delantero y trasero.

Casado con una musa

Las primeras de estas singulares viviendas fueron construidas en 1929, un año después de que uno de los referentes del modernismo catalán y dueño de las propiedades, el pintor Ramon Casas, hiciera testamento y otorgara la mayoría de sus terrenos a su hermana menor, Elisa Casas. Esta ordenó la edificación de las construcciones que idearían arquitectos de renombre como Josep Maria Ros Vila y Antoni Fisas.

«El pintor Casas contrajo matrimonio con una de sus musas, y ella nunca fue bien vista por su familia por ser demasiado joven», explica Jordi Sánchez, que es vecino del pasaje y autor de la exposición Can Garrigó y el pintor Casas. Sánchez, que se ha documentado durante más de año y medio sobre la historia del singular pasaje, apunta: «Aquí se concentran las construcciones más antiguas de todo el distrito, a las que el ayuntamiento otorgó una afectación urbanística en 1976». Sánchez explica que la construcción de dichas viviendas dependió de una única familia y recalca el valor histórico de estas. «En 1947, el ayuntamiento ya estableció que era una construcción que se debía de mantener y por ello queremos que hoy también se reconozca, más allá de los propietarios y arquitectos que han tenido», explica.

Actualmente el suelo del pasaje es de tierra y eso, tal y como explica Sánchez, se debe a que el Ayuntamiento no se hace cargo porque este está considerado propiedad privada y no se pueden hacer obras de mejora si no se retira la afectación urbanística que se le otorgó a la isla en el año 1976.

Quien pase por esta singular vía, si nunca antes lo ha hecho, pensará que la historia se ha detenido en los años 30, cuando el núcleo urbano de Santa Eulàlia de Vilapicina, en el distrito de Nou Barris, empezaba su expansión, aunque seguía rodeado de campos de cultivo. María Dolores Millán, una vecina que lleva 53 años viviendo en la zona, apunta: «Con este pasaje podemos disfrutar de un pedacito de historia, de un remanso de paz que conecta con el pasado».Los vecinos y amantes del pasaje, que siempre han defendido su componente histórico y su valor urbanístico, han querido homenajear el origen de la callecita y sus casas con la colocación de una placa que reza: El 10 de novembre de 1912 els terrenys d'aquesta illa de cases van passar a ser propietat del pintor Ramon Casas i Carbó i les seves germanes Montserrat i Elisa. Els veïns els hi volem agrair la construcció de les nostres cases unifamiliars. Barcelona, 10 de novembre de 2012.