DISTRITO 1. Ciutat Vella

El feriante toma el control del mercado de Santa Llúcia

Una caseta de venta de 'caganers', en la feria del año pasado.

Una caseta de venta de 'caganers', en la feria del año pasado.

LUIS BENAVIDES
BARCELONA

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La Fira de Santa Llúcia es, con 226 años de historia, una de las tradiciones navideñas más antiguas de Barcelona y un referente por su componente artesanal. Para preservar la calidad de la feria a largo plazo y, sobretodo, mejorar su organización, el Ayuntamiento de Barcelona ha traspasado la gestión de este mercadillo navideño a la Associació Fira de Santa Llúcia. «Uno de los pilares del Pla Argent, nuestro plan municipal de dinamización comercial, es el asociacionismo. La Administración debe ser solo una ayuda, un complemento», explica Lydia Torné, coordinadora de comercio del Distrito de Ciutat Vella.

Con ese encargo se persigue, además, establecer por primera vez unas «reglas de juego con continuidad», explica Torné. Y es que, hasta la fecha, la Fira de Santa Llúcia debía reinventarse cada año y comenzar administrativamente de cero con unos permisos específicos. Sin embargo, este año la concesión a los feriantes es de dos años, para las navidades del 2012 y 2013. «Tendremos margen para seguir trabajando en este convenio con la Associació Fira de Santa Llúcia, y los comerciantes ganarán en estabilidad», cuenta Torné. La coordinadora de comercio puntualiza que solo garantizando una continuidad a los más de 280 profesionales de la feria podrá exigirse mayor calidad y mejor presencia.

CONTINUIDAD / «Tener una mayor seguridad de continuidad nos permite, entre otras cosas, invertir algo más en las casetas y mejorar nuestra imagen, que era un reto que teníamos sobre la mesa», cuenta Albert Deulofeu, pesebrista y presidente de la Associació Fira de Santa Llúcia. «El espacio que tenemos para esta feria es muy limitado, con solo un metro de fondo, y tenemos que fabricar unas casetas expresamente para esta fecha», añade Deulofeu. Este año probarán de unificar todo el sector de las figuras y pesebres con unas casetas de estilo rústico adornadas con luces navideñas.

POR SORTEO // Otros acuerdos entre ayuntamiento y la asociación que gestionará directamente la feria incluyen fijar una fecha fija en el calendario para iniciar el mercadillo y el sorteo de 22 plazas vacantes tras la reorganización del espacio y la baja de algunos feriantes.

El presidente de la Associació Fira de Santa Llúcia cree que fijar una fecha tanto para este año como para los próximos es positivo: «Será más fácil de recordar y promocionar si siempre comenzamos el día de Santa Caterina, 25 de noviembre, justo un mes antes del día de Navidad». Deulofeu, dedicado a los pesebres desde hace más de 35 años y cuarta generación en la feria. «Mi bisabuela ya tenía un puesto en 1929», recuerda.

Esta Navidad, la feria tendrá 283 casetas, 13 más que el año pasado. De estas, 133 están dedicadas a las figuras y pesebres, 96 a las plantas, 60 a la artesanía y 4 a los instrumentos musicales tradicionales. El sorteo de 22 nuevas plazas, afirma Deulofeu, supone una muy buena oportunidad para «seleccionar a los mejores artesanos» en cada uno de los cuatro sectores.

«Una vez adjudicadas las nuevas plazas, en un concurso público con un jurado formado por representantes de las administraciones y sectores, los adjudicatarios deberán ingresar en la asociación de la feria, que tramitará y gestionará los temas de organización colectiva», subraya Torné.