ANIVERSARIO EN LA DRETA DEL EIXAMPLE

Pasos tradicionales

Con ritmo 8Ensayo de un grupo de Ballets de Catalunya en el teatro de la iglesia de Sant Gaietà.

Con ritmo 8Ensayo de un grupo de Ballets de Catalunya en el teatro de la iglesia de Sant Gaietà.

LUIS BENAVIDES
BARCELONA

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Cuando el profesor Joan Comas marchó del Esbart Montserrat, donde no apoyaban sus ideas para hacer más atractiva la presentación de la danza tradicional, poco podía imaginar que a los pocos días acabaría fundando con la ayuda de unos pocos amigos una asociación cultural, Ballets de Catalunya, La entidad celebra ahora, en un estado envidiable, su 60º aniversario con más de 200 socios. «Tener más de 40 niños entre los 6 y los 14 años nos da tranquilidad. Y seguiremos trabajando con las escuelas del barrio y saliendo a bailar a la calle, porque de ahí pueden salir nuevos dansaires», cuenta Joan Cendra, socio y expresidente, quien recalca que uno de los objetivos principales de la entidad es que las nuevas generaciones disfruten y transmitan el rico patrimonio cultural catalán. Con motivo del aniversario están organizando un lipdub y unas camisetas conmemorativas.

El acta de la constitución de la entidad data del 26 de enero de 1953. Ballets de Catalunya comenzó entonces el particular peregrinaje de local en local, algunos tan emblemáticos como el Palau del Marquès de Llió en la calle de Montcada o la Casa de Menorca. «Fueron los peores momentos para la entidad, tiempos de inestabilidad, hasta que en 1973 nos acogen los Padres Teatinos en los bajos de la iglesia de Sant Gaietà, en Consell de Cent, 293», recuerda el hasta hace unas semanas presidente de la entidad.

La reubicación de Ballets de Catalunya en un nuevo espacio cultural para entidades del Eixample en la antigua fábrica Bayer, en Paris con Viladomat, será prácticamente testimonial. «La idea de juntar diferentes asociaciones nos parece muy buena, y de hecho fue una reivindicación que apoyamos al ver que abrían otros centros similares en otros distritos», cuenta Cendra. Sin embargo, continúa el expresidente, la intención de la entidad sexagenaria es continuar ensayando en su actual local, en las entrañas de la iglesia de Sant Pacià, con diferentes salas y un amplio teatro.

«Sobre el papel, el nuevo local nos parece pequeño para acoger todas nuestras actividades y no creemos que esté preparado acústicamente», añade Cendra. Y es que Ballets de Catalunya, una entidad con 220 socios, de los cuales casi un centenar participan activamente de alguna de las actividades, cuenta con media docena de secciones como el cuerpo de danza y la banda de música tradicional De Soca Rel.

Àngels Gil, responsable de varios grupos de danza de la entidad, destaca «la fidelidad y el rigor» de los bailes. «Nos es suficiente que la gente ponga buena voluntad, porque cuando suben al escenario deben mostrar algo de calidad, bien ejecutado», cuenta la profesora, vinculada a la asociación desde los cuatro años.

Con esa misma edad también comenzó a bailar Júlia Rubio, una joven que acude al local de la entidad tres veces por semana. «Puede parecer sacrificado pero me encanta bailar, y además aquí pasas un buen rato entre amigos», explica la bailarina, hija de un socio también en activo. «En algunas fiestas podemos juntar hasta cuatro generaciones», apostilla Cendra. ¡Y por muchos años!