SANTS-MONTJUÏC
El otro aerobús
Sorprende ver un autobús urbano de color rojo parado en el aeropuerto. Destaca entre los amarillos gratuitos de Aena, que unen la T-1 y laT-2, y sobre todo al lado del flamante Aerobús de color azul. Pocos lo saben, pero el rojo, de Transports de Barcelona (TMB), comunica cada 20 minutos las dos terminales con la plaza de Espanya por menos de un euro, si se utiliza una T-10 de una zona, que además permite enlazar gratuitamente con cualquier otro bus, metro o ferrocarril.
«La mayoría de los pasajeros son trabajadores del aeropuerto y viajeros barceloneses que lo conocen o viven cerca de la plaza de Espanya. Pero cada vez suben más turistas que se han informado por internet», explica Agustín Gálvez, conductor del 46, línea que invierte unos 45 minutos en llegar a las dos terminales del aeropuerto.
36 kilómetros de ruta
«El único problema es que hace varias paradas, pero yo lo uso desde que trabajaba en el aeropuerto y va muy bien», explica Pablo Beltrán, de 48 años mientras acompaña a unas amigas a la T-1. Irene Aguilar, de 71 años, también se muestra encantada con este bus urbano, cuya ruta de 36 kilómetros (ida y vuelta) es una de las más largas de TMB. «Hace siete años que lo utilizo para ir y venir del aeropuerto. Vivo en el Paral·lel y lo tengo delante de casa. Me va muy bien, el único problema es si tengo que estar en el aeropuerto antes de las siete de la mañana», cuenta Irene Aguilar, de 71 años, recién llegada de Granada.
La línea 46 , con origen y final en la avenida del Paral·lel a la altura de la calle de Llançà (al lado de la Fira) sale con intervalos de 15 a 20 minutos. La primera salida, en Barcelona, es a les cinco de la mañana y la última, en la T-1, a las 0.45. Para también en L'Hospitalet y El Prat. Según TMB, 3.700 personas la usan cada día.
Esta cifra dista mucho de los 12.700 que cogen diariamente el Aerobús, según datos de esta empresa. El billete en el bus azul cuesta 5,90 euros. A cambio, ofrece salidas desde plaza de Catalunya cada cinco minutos a la T-1 y cada 10 a la T-2, trayecto que cubre en media hora y sin paradas desde la plaza de Espanya. También dispone de plataforma para colocar el equipaje y butacas de autocar, entre otras comodidades.
«Prefiero la 46 porque es mucho más barata. Y como vivo en Barcelona, aprovecho la tarjeta de transporte de tres meses», dice la estudiante berlinesa Vivian Borucu. La economía también mueve a la pasajera Ana Dalmau, profesora de español en Hamburgo, a coger el 46 cuando viene a ver a su familia en el Poblesec. «Hay gente a la que le molesta el poco espacio para las maletas, pero a mí el 46 me va muy bien», dice
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