distrito 2. Eixample

El huerto urbano de Padilla sortea ahora 16 parcelas

Algunas de las parcelas cultivadas del huerto urbano del distrito de Eixample, entre las calles de Padilla, Enamorats y Consell de Cent, el pasado lunes.

Algunas de las parcelas cultivadas del huerto urbano del distrito de Eixample, entre las calles de Padilla, Enamorats y Consell de Cent, el pasado lunes.

LUIS BENAVIDES
BARCELONA

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Situado entre las calles de Padilla, Enamorats y Consell de Cent, el huerto urbano del Eixample sortea 16 de sus parcelas entre los vecinos de 65 o más años. Los interesados solo tienen que presentar su solicitud, con una fotocopia del DNI, en la Oficina d'Atenció Ciutadana de Sagrada Família (Aragó, 328) entre el 7 y el 23 de noviembre. El sorteo se celebrará el 30 de noviembre en la sede del Distrito del Eixample y la lista de adjudicatarios se hará pública el 3 de diciembre, con su correspondiente periodo de reclamaciones.

MEJOR CALIDAD DE VIDA// El proyecto de los huertos en el entorno urbano persigue mejorar las facultades físicas y mentales de la gente mayor, a través de la actividad corporal y la interacción entre los propios usuarios. En definitiva, mejoran la calidad de vida de aquellos que cultivan. Por este motivo, y porque se hace uso de un terreno de titularidad pública, es tan importante que todas las personas interesadas tengan las mismas opciones de acceso.

La red de huertos urbanos de Barcelona, programa de participación del Àrea de Medi Ambient, cuenta con 13 huertos repartidos por la ciudad. Las parcelas del barrio de Sagrada Família (Padilla, 201) son las únicas del Eixample, si bien hay otros huertos particulares o relacionados con alguna entidad. «El huerto de Padilla era un solar municipal que se usaba como basurero transitorio. Sin embargo, la ubicación del solar era ideal para plantar debido a su suelo, humedad y urbanización del entorno. Eso de tener cerca las viviendas lo valoran mucho los usuarios», explica Pep Ordóñez, responsable de la red de huertos urbanos.

TAQUILLAS Y LAVABOS// El huerto de Sagrada Família tiene servicios como taquillas y lavabos, también un espacio con mesas a la sombra de los árboles. «Las parcelas del huerto de la calle de Padilla fueron las primeras que hubo en Barcelona. Desde el principio tuvieron lavabos y zona de compostaje», asegura Ordóñez.

Los usuarios de estas parcelas no pagan nada y, a cambio de la cesión por cuatro años, con seis meses de prueba, gestionan lo que obtienen de la tierra. «No se puede vender. No son huertos de subsistencia, ni un negocio», señala el responsable del programa, quien destaca que hay otras dos plazas están reservadas a entidades que trabajan con personas en riesgo de exclusión social.

RELACIONES HUMANAS// Septimània, entidad creada en 1984, ofrece alternativas asistenciales a personas con trastorno mental severo y realiza terapias en estas parcelas desde el 2009. «El aspecto relacional es fundamental para nuestros usuarios, algunos con redes sociales muy precarias. Les llena compartir la parcela con otros compañeros y hablar con el resto de los usuarios», explica Helena Toirán, psicóloga de Septimània. Esta experta cree fundamental romper los estigmas que acompañan a las personas con enfermedades mentales: «Al principio, los otros usuarios les miraban con desconfianza, pero ya hablan con ellos y les aconsejan». Para Torián, el huerto es una herramienta perfecta para mejorar hábitos alimentarios y fomentar la actividad física.