UNA historia de SANT ANDREU... el Congrés

El Congrés, un barrio levantado por la Iglesia

El mismo arquitecto que construyó el Palau dels Esports diseñó toda la urbanización

Plaza del Congrés Eucarístic 8El barrio se diseñó con jardines.

Plaza del Congrés Eucarístic 8El barrio se diseñó con jardines.

ÓSCAR HERNÁNDEZ
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Muchos barrios de Barcelona se formaron y crecieron por el empuje de la inmigración de los años 60. Y uno de los más emblemáticos es sin duda el barrio del Congrés. Si bien a su denominación se le añade Els Indians, zona colindante con casas de familias que supuestamente regresaron con mayor o menor fortuna de su aventura americana, El Congrés tiene origen propio.

La familia Rubio-De Ramis vendió 16,5 hectáreas (el equivalente a otras tantas manzanas del Eixample) de su finca de Can Ros al Patronato de Viviendas del Congreso Eucarístico, que se constituyó por iniciativa del obispo de Barcelona Gregorio Modrego Casaus para crear lo que debería ser un barrio autosuficiente, con 2.729 viviendas, 258 locales comerciales, jardines, zonas de paseo, su iglesia y hasta un mercado. En este caso se trataba de una urbanización financiada por la Iglesia, y no por promotores privados ni por la Administración, como era habitual en aquellos años para acoger la cada vez mayor inmigración que procedía de otras zonas de España para hallar una oportunidad en una ciudad con trabajo para todos.

El dinero que sobró

El ayuntamiento aprobó el correspondiente plan parcial de ordenación en febrero de 1953. Escogió para su construcción el proyecto elaborado por el equipo de arquitectos de Josep Soteras Amase, autor del Palau dels Esports de Montjüic (1955).

Los ejes centrales del nuevo barrio eran las plazas del Congrés Eucarístic y del Doctor Modrego. La parroquia de Sant Pius X, que preside la plaza del Congrés, ya estaba incluida en el proyecto original pero se construyó más tarde. La primeras viviendas se entregaron en 1954 y las últimas, en 1967.

Algunos inquilinos procedían de zonas de chabolas, que restaban brillo al 35º Congreso Eucarístico. De hecho, el barrio se levantó con el superávit de aquella cumbre católica.

Ahora se cumple el 50º aniversario del barrio y hay algunas ideas para celebrarlo, como la de recoger fotos y testimonios de los residentes de más edad. También se notará en la fiesta mayor, que sigue siendo diferente a la de sus vecinos y compañeros de nombre de Els Indians.