eixample

Cinéfilos al rescate

Con el proyector antiguo 8 Marc Fernández prepara una película analógica en el Girona.

Con el proyector antiguo 8 Marc Fernández prepara una película analógica en el Girona.

ÓSCAR HERNÁNDEZ / Barcelona

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Renovarse o morir. En un cine la puesta al día implica cambiar el viejo proyector de bobinas de celuloide de 35 milímetros por uno digital. Pero para eso hace falta dinero, mucho dinero (unos 60.000 euros). Y en época de crisis ni los bancos ayudan. Pero Toni Espinosa, director y uno de los seis socios propietarios de Cinemes Girona (Girona, 173), vio la solución en las campañas de recogida de dinero para un objetivo común que proliferan en internet. Y ha reunido el capital necesario en una semana.

«Mucha gente a la que le gusta el cine no puede ir por la crisis. Con nuestra idea conseguimos que vengan casi gratis mientras nos ayudan a digitalizar una sala. Es como si el público nos dejara el dinero, que devolvemos con sesiones de cine. Y con un proyector digital podemos ofrecer mejor imagen y sonido»,explica Espinosa.

Venta por internet

Espinosa y sus socios pusieron a la venta, a través de Atrapalo.com, abonos de 30 euros para ver cine en cualquiera de las tres salas de Cinemas Girona durante un año. La compra solo se podía hacer entre los pasados lunes y domingo. «Esperábamos vender 1.000 abonos, pero han sido 3.581. Lo que supone una recaudación de 107.000 euros de los que 96.000 son para el proyector digital, que vale 60.000. Ahora podremos digitalizar una sala y media»,dice satisfecho Espinosa.

Cinemes Girona fue adquirido hace tres años por personas vinculadas al cine catalán que no querían que se perdiera la histórica sala (abrió en 1936 con el nombre de New York, en el 39 pasó a llamarse Cine España y en su historia más reciente, Moderno y, hace menos, Lauren Girona).«Mimamos mucho las películas, ofrecemos producciones independientes y hacemos un enfoque a medida del espectador. A veces viene el director o un actor y debatimos al final de la proyección»,añade el responsable de la sala.

La digitalización permite entre otras ventajas adquirir copias de películas a menor precio y, sobre todo, un mayor número de títulos. Además, las películas del Girona son siempre en versión original. Las copias en 35 milímetros subtituladas son muy caras, pero las digitales no.

A Marc Fernández, proyeccionista de Cinemes Girona, no le preocupa la inminente sustitución de los viejos proyectores de bobinas de celuloide.«El digital es un sistema más práctico y también tendré que seguir controlando la proyección. La primera vez el cambio parece difícil, pero aprendes enseguida», dice confiado quien se estrenó en el nuevo formato con un reciente ciclo de cine alemán para el que solo existían copias en digital.