CIUDAD

La Barcelona invisible

Investigadores urbanos. Imma Santos y Aureli Vázquez, frente al Palau Malagrida del paseo de Gràcia.

Investigadores urbanos. Imma Santos y Aureli Vázquez, frente al Palau Malagrida del paseo de Gràcia. / periodico

ÓSCAR HERNÁNDEZ
BARCELONA

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Muy poca gente sabe que en lo alto de cada farola del paseo de Gràcia hay un murciélago, Y unos pocos más que, pese altrencadisblanco de los bancos que hay en el pie, las farolas no son de Gaudí, sino de de Pere Falquès. Esta es una de las 70 historias recogidas en el libroLa Barcelona invisible(Robin Book, 17,90 euros), recién llegado a las librerías. Sus autores, los periodistas Imma Santos (redactora de EL PERIÓDICO) y Aureli Vázquez, han recurrido a decenas de contactos, muchos de ellos historiadores, para desvelar estos secretos urbanos.

«Hace años que queríamos hacer algo juntos, desde que estuvimos en la facultad de Periodismo, y que fuera sobre Barcelona, una ciudad inagotable. El hilo conductor tenía que ser las cosas que no se ven en la ciudad, las cosas invisibles. Y a la editorial les gustó tanto la idea que hasta mantuvieron el título», explica Vázquez.

Horta lavandera

Cada uno de los dos autores tiene su historia preferida.«Me encantó la de la lavandería de Horta, en la calle de Aiguafreda, donde se lavaba la ropa del resto de la ciudad en los siglos XVIII y XIX. Descubrí la historia gracias a los grupos de historiadores que hay en los distritos»,explica Santos, que al igual que Vázquez ha pateado los barrios en busca de curiosidades.

«A mí me impactó que en una ciudad tan gaudiniana como Barcelona no haya ni una sola placa que recuerde que Gaudí se formó en un taller de la calle de la Cendra, 8, en el Raval, donde además conoció a Güell»,indica Vázquez.

Para realizar la foto que acompaña este reportaje Santos y Vázquez eligen un sitio que ejemplifica el título de su trabajo, el Palau Malagrida (Paseo de Gràcia , 27), donde hay un águila y un cóndor.«Malagrida era de Olot y se fue a hacer las Américas. Cuando regresó quiso simbolizarlo con el cóndor andino y el águila pirenaica»,añade Vázquez.«Son cosas que descubres si levantas la cabeza y miras»,apunta Santos.

Los dos periodistas creen que del mismo libro«se podrían hacer segundas y terceras partes», aunque ahora piensan ya en otro título que explique los grandes proyectos faraónicos inacabados que fueron pensados para Barcelona.«¿Sabías que la Torre Eiffel iba a ser instalada en Barcelona?»,pregunta Santos con una sonrisa pícara, que seguro esconde muchos más secretos.

De momento, enLa Barcelona invisiblese habla del negro que asustaba a los niños de la Barceloneta, de Sant Roc y su perro azul, de la cárcel de mujeres sobre cuyo solar se construyó un El Corte Inglés, de la plaza de toros que estaba en la Barceloneta, de la monja confesora de Franco que tenía el don de estar en dos sitios a la vez y cuyos restos descansan en una casa de Gran de Gràcia...