Baile unificador

El barrio de Ciutat Meridiana es un gran desconocido para buena parte de los barceloneses. Las pocas veces que asoma en los medios de comunicación está relacionado con asuntos negativos. La asociación La Indomable, integrada por una treintena de vecinos, lleva ocho años trabajando para cambiar esa imagen, liderando reivindicaciones sociales e iniciativas con un importante componente cultural e integrador. La última, Gaudim amb la dansa catalana, un proyecto que cuenta con el apoyo del Esbart Català de Dansaires con sede en La Casa dels Entremesos (plaza de las Beates, 2).

El objetivo de esta alianza con la entidad del distrito de Ciutat Vella, que enseñará diferentes bailes tradicionales como el ball de bastons, va más allá del folclore. Tampoco se trata de «catalanizar» a los más pequeños. «Queremos que los niños de Ciutat Meridiana, algunos recién llegados y otros nacidos aquí pero con padres de otras nacionalidades, conozcan la dualidad de sus raíces y respeten las del resto como base para una buena convivencia», cuenta Mirta Manzetti, una de las cabezas visibles de La Indomable.

Primeras clases

La primera toma de contacto, recuerda Manzetti, con el Esbart Català de Dansaires fue en la plaza Roja el pasado mes de octubre, con una demostración de su sección de bastoners. A finales de diciembre comenzarán los talleres con los jóvenes inscritos al Casal de Nadal del centro cívico Zona Nord (Rasos de Peguera, 19). «En nuestro barrio no ha habido nunca un esbart, y tenemos que ver cómo reacciona la gente. No hay un público claro y nos tocará crearlo», cuenta otro miembro destacado de la asociación La Indomable, Pilar Murteira, quien celebra el compromiso con la entidad amiga de hacer cuatro talleres en enero y uno mensual como mínimo hasta diciembre de 2013.

«Es importante que puedan crearse espacios de relación a partir de actividades lúdicas», cuenta Murteira, quien anuncia la organización de sardanas en la explanada del mercado de Ciutat Meridiana (Costabona, 4) los fines de semana con la llegada del buen tiempo. «La crisis amplifica los discursos xenófobos y esto pone en riesgo la convivencia. Las etiquetas, los rumores y el miedo al desconocido son peligrosas. La clave está en el acercamiento, aunque no es fácil que las comunidades interactúen», afirma Murteira.

El grupo humorístico Les Luthiers inspiró con uno de sus sketches el nombre La Indomable. Nada que ver con el ideario puramente feminista. «Es solo un concepto, porque en nuestra entidad hay también hombres que se sienten indomables. Porque en Ciutat Meridiana siempre ha sido necesario luchar. Parece que solo se acuerdan de nosotros cuando hay elecciones o problemas gordos», aclara Manzetti, una argentina que recaló en el barrio hace 33 años e intenta ahora devolver todo aquello que le dieron cuando mas lo necesitó. Murteira, por su parte, resume todo con una afirmación y una pregunta: «Nuestra juventud marcha ahora al extranjero. ¿Cómo queremos que sean tratados?».