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El parque de Can Rigal comienza a tomar forma

ALBA PEÑA
BARCELONA

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Poco a poco, el futuro parque metropolitano de Can Rigal va tomando forma. Este solar acogía hasta hace poco un aparcamiento y un vivero de Parcs i Jardins, pero esos usos siempre fueron provisionales, porque el destino de este terreno ya estaba escrito: Can Rigal será un gran parque metropolitano a caballo entre los municipios de Barcelona y L'Hospitalet de Llobregat, ambos dueños de parte de su extensión.

Desde hace unos días, además, ya hay trabajos que ayudan a imaginar cómo será Can Rigal. Sobre todo los movimientos de tierras, ya que las obras se encuentran actualmente en su fase inicial y se está preparando el terreno para la construcción del nuevo parque. Después de muchos años anhelando una zona verde en este espacio, los vecinos del distrito barcelonés de Les Corts podrán disfrutar de este gran parque metropolitano el próximo verano. Más paciencia deberán tener los ciudadanos de la parte de L'Hospitalet, ya que el resto de la obra se alargará hasta el 2012.

CASI DOS HECTÁREAS EN BARCELONA / Si algo tiene de particular Can Rigal es su envergadura y el hecho de que será un parque metropolitano compartido. El terreno en que se está construyendo tiene una extensión de 7,9 hectáreas, de las cuales 1,9 están en Barcelona, entre la avenida de Albert Bastardas y la calle de Carles Ferrer Salat. Las seis restantes están en L'Hospitalet, repartidas entre los barrios de La Florida y Pubilla Cases.

«La cooperación entre el Ayuntamiento de L'Hospitalet y el distrito Les Corts ha sido muy positiva y hemos trabajado conjuntamente desde el principio» afirma la regidora del distrito, Montserrat Sánchez, quien asegura también que se ha elaborado el proyecto de urbanización en coordinación con los vecinos y entidades de ambos municipios.

Porque el futuro de Can Rigal, en gran parte, está en manos de los vecinos . Al fin y al cabo, ellos serán sus grandes protagonistas. Tras años de reivindicaciones y luchas, finalmente la propuesta del parque metropolitano se introdujo en el plan de actuación del distrito como una de las grandes líneas de acción y se creó una comisión que ha garantizado la implicación activa de todos los ciudadanos de este distrito barcelonés.

PARTICIPACIÓN VECINAL / Lo cierto es que los vecinos de Can Rigal tenían las cosas muy claras. Según asegura el presidente de la Asociación de Vecinos de Sant Ramon Nonat, Francesc Piñol, «cuando hay un espacio verde, los vecinos quieren que sea para el barrio y es mejor construir un parque antes de que a alguien se le ocurra levantar bloques de viviendas». Desde su entidad pidieron que Can Rigal tuviera una zona para practicar footing, una área infantil y una cafetería, entre muchas otras cosas. «Estamos muy contentos porque el distrito ha aceptado todas nuestras sugerencias», añade. Gracias a esta colaboración, hoy es seguro que Can Rigal tendrá también una zona de picnic, una pista deportiva, un frontón y una zona de recreo para perros. Seguramente el punto que ha mantenido viva la protesta vecinal hasta el día de hoy ha sido la oposición a construir viviendas en esta zona. «No queremos más cemento, sino un gran espacio verde y eso, al menos en la parte que afecta a Barcelona, está garantizado», explica la vocal de la Asociación de Vecinos de la avenida de Chile, Clara Llimona.

PROYECTO ARQUITECTÓNICO// Y, efectivamente, Can Rigal será un gran pulmón verde. El arquitecto responsable del proyecto, Claudi Aguiló, explica que todos los accesos -habrá uno en la calle de Albert Bastardas y cuatro más a los largo de la calle de Carles Ferrer Salat- «estarán delimitados por largas franjas de árboles más altos que el resto». Siempre, eso sí, se tratará de árboles de bosque mediterráneo. Porque Can Rigal será un parque sostenible y ecoeficiente.

Así, tanto el abastecimiento de agua como el de luz se generarán de forma autosuficiente. En este sentido, Aguiló explica que «se están creando unos grandes depósitos donde se colocarán aguas freáticas traídas expresamente y se instalarán también placas fotovoltaicas». Arquitectónicamente, Can Rigal es un proyecto muy ambicioso, sobre todo por su envergadura: «Para nosotros era muy importante crear un eje vertebrador de todo el parque». Por eso, hay un camino que atraviesa Can Rigal de norte a sur, además de los carriles para practicar footing o el carril para bicicletas, que también lo cruza de cabo a rabo.

ABIERTO O CERRADO / Quizá el único punto en el que ha habido cierto desacuerdo entre vecinos y distrito ha sido en decidir si la zona debía estar cerrada al exterior o no. Los primeros prefieren que el parque esté vallado, pero de momento el proyecto prevé que sea una zona abierta al exterior. «Nos han dicho que delimitarán su perímetro con una zona arbolada», explica Piñol. En este punto, coincide plenamente con Llimona, quien asegura que prefiere que Can Rigal esté perfectamente delimitado para poder cerrarlo por la noche.

En cualquier caso, dice Llimona, «eso es algo que siempre estamos a tiempo de hacer». Ahora por ahora, ella, y todos los vecinos, solo esperan impacientes el momento de pisar el nuevo parque de Can Rigal. «Mi nieta nacerá en febrero y me hace mucha ilusión pensar que podré pasear con ella en brazos cuando llegue el mes de mayo».

Vídeo del futuro parque de Can Rigal en

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