LAS FINANZAS PÚBLICAS

El mantra fiscal

El nuevo modelo de financiaciónse ha convertido en el comodín ideal del Govern para desviar cualquier debate sobre su gestión

FIDEL MASREAL / Barcelona

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En su celebrado ensayoNo pienses en un elefante, el lingüista George Lakoff explica con claridad que uno de los objetivos fundamentales de los partidos políticos es tratar de imponer su mensaje en la agenda político-mediática y evitar de este modo que los debates públicos se centren en sus puntos débiles. Tomando este punto de partida, los dirigentes de CiU han de ser efusivamente felicitados porque desde el inicio del mandato delpresidentMas, pese a la crisis y los recortes sociales, son otras dos las palabras que han presidido el debate político: pacto fiscal.

Un mantra que incluso en las filas convergentes es considerado, en privado, como un moderno bálsamo de Fierabrás, un comodín, una perfecta cortina de humo que tapa cualquier debate por espinoso que este sea.

El penúltimo ejemplo ha sido la tercera ola de recortes emprendida por el Govern. En la misma comparecencia en la que Artur Mas dio cuenta de un nuevo tijeretazo por valor de 1.500 millones, anunció la convocatoria de una cumbre de partidos. ¿Para hablar de los recortes? No, del pacto fiscal.

Dirigentes de CDC y Unió asumen, siempre sin micrófonos delante, que esa convocatoria es un ejemplo clásico de cortina de humo. Mas convocó la reunión, señalan, con el objetivo de que el acuerdo sobre la nueva financiación«tome la aceleración correspondiente, y la manera de conseguirlo es haciendo piña». A los pocos días del anuncio, el propio Govern se ha encargado, pública y privadamente, de ir diluyendo las expectativas. Pero el mensaje, las dos palabras mágicas, ya había sido de nuevo lanzado al aire.

A cualquier hora y en cualquier formato, la cuestión aparece. Un ejemplo: al acceder a la web de CDC, los tres primeros titulares a finales de semana eran:«President Mas: el pacto fiscal ha de ser un cambio de modelo, no una evolución del sistema actual», «Jordi Turull: El pacto fiscal es la solución para curar la herida que tienen nuestras finanzas desde hace 30 años»y«Jordi Pujol pide al PSC que diga en qué campo juega en el debate del pacto fiscal».

A este empeño monotemático pertenece la campaña interna en CDC para instruir a 4.000 cuadros territoriales del partido sobre el déficit fiscal y la necesidad de lograr un modelo similar al vasco.

El plan va haciendo mella. Una anécdota al respecto: consultado sobre el recorte de 45 millones de euros del Govern a los ayuntamientos (ver página 18), más de un edil de CiU entendía que se trataba de un tijeretazo del Gobierno del PP. Al aclarársele que no, que quien recortaba era Mas, la respuesta automática era:«Si tuviéramos el pacto fiscal esto no pasaría». Es el mensaje que semanalmente lanza el portavoz del Govern, Francesc Homs:«Si dispusiéramos de los recursos que genera Catalunya, tendríamos que hacer menos recortes».

Encadenados

Por ello, cuando se pregunta a los dirigentes del Govern, por ejemplo, sobre la reunión entre el PSC y el PPC para presionar a CiU en relación al modelo de pacto fiscal, se dibuja una sonrisa de entusiasmo en sus rostros. Lógico; se trata nuevamente deno pensaren el pacto fiscal de CiU¿ para acabar hablando del mismo. Tal es el apego de CiU a esta bandera que cuando se pregunta a destacados dirigentes convergentes qué ocurrirá si el Gobierno del PP dice no al pacto fiscal, la respuesta es:«Nos encadenaremos a la puerta del Ministerio de Hacienda insistiendo en la propuesta».