Viran Morros: "Es la 'final four' más igualada de los últimos tiempos"

Viran Morros es un tipo especial. Empezando por su nombre, que inventaron sus padres fusionando sus nombres (Victoria y Ramon). Entró en el balonmano por casualidad y, mientras otros niños querían hacer goles, él se especializó en evitarlos. El mejor defensor del mundo seguía así la senda de su abuelo, Fernando Argila, exportero del Barça de fútbol que falleció en enero y al que quiere dedicar su primera Champions y la novena del Barça. Para ello, deberá ganar primero este sábado al Kielce de Polonia (15.00 h., Esport 3) en la primera semifinal de la final four de Coloniafinal four , coto privado de caza para los alemanes. Los representantes de la Bundesliga solo habían ganado 2 de los 26 títulos de 1984 al 2009. Desde que en el 2010 Colonia se convirtió en la sede de la fase final, cuatro de los cinco títulos se han quedado en Alemania.

-Llegó al balonmano por accidente.

-Sí, con 14 años fui a un campus de verano. Había gente del Barça que me propuso probar. Dije que encantado, sobre todo porque pensaba que me darían ropa del Barça. Me gustó y al Barça también, y hasta ahora.

-¿Qué le gustó del balonmano?

-El ambiente con los compañeros y competir por el Barça. El balonmano me gusta porque es un deporte muy dinámico, muy duro pero noble y es fácil que haya cambios de marcador en dos minutos. Es un deporte atractivo porque, en partidos a máximo nivel, nunca sabes qué pasará.

-Su abuelo entró en el Barça de básquet y se pasó al fútbol y usted cambió fútbol por balonmano. ¿Qué consejos le daba?

-Él me decía que no le gustaba el balonmano. Que tendría que haber tirado por el fútbol. A nivel profesional, que pensara que es un deporte de equipo, que ganamos todos y perdemos todos. Sabía lo que era vivir el deporte profesional, cómo es por dentro. Pero, sobre todo, que lo diera todo y me lo pasara bien. Al final, esto es un deporte y es lo que no tenemos que olvidar nunca.

-Es curioso que los dos acabaran en posiciones en las que no se marca.

-Sí, él de portero y yo de defensa. Al menos yo me puedo escapar en alguna contra y marcar, que él lo tenía casi imposible. Los dos nos hemos ganado la vida intentando evitar goles más que haciéndolos.

-¿Y cómo lo lleva?

-Bien, llevo muchos años, sé cuál es mi papel en el equipo, estoy satisfecho. Quizá no soy el jugador más mediático porque no hago 10 goles por partido pero me siento valorado, que es lo importante. Es bonito recibir premios al mejor defensor, pero siempre me los tomo como un premio al equipo. Cometo muchos errores pero tengo a mis compañeros que me ayudan. Es básica la compenetración con la defensa y la portería para que el equipo funcione.

-¿Defender con Karabatic al lado y Saric o Gonzalo es un poco más fácil?

-Sí, claro. Cuando un equipo es del nivel del que tenemos aquí todo es más fácil. Las funciones del equipo son más fáciles siempre que el equipo va todo a una y cada jugador sabe su rol y no quiere hacer más de lo que tiene que hacer. Lo mío es defender. No puedo pensar en otra cosa.

-La última vez que el Barça ganó la final usted estaba en el bando rival (Ciudad Real). ¿Como lo recuerda?

-Triste. Era mi primera final de la final four y chocamos con un Saric inmenso. He estado en cuatro final four, no he ganado ninguna y tengo ilusión por ganar una porque es increíble el espectáculo que se monta.

-La final four 

-Es cierto que juegan en casa pero ya sabemos que aquí hay que ganar contra todo: el rival, el ambiente, los árbitros que se dejan llevar por el ambiente a veces… pero es lo que toca.

-La buena noticia es que en esta final four 

-Es de los mejores equipos de la historia pero pienso que es la final four más igualada de los últimos tiempos. Son cuatro plantillas brutales.

-Les espera una semifinal durísima.

-El Kielce es un gran equipo, rival durísimo con el mejor pívot del mundo (Aginagalde), un central como Zorman que lleva el equipo de maravillas y un técnico como Talant (Dujshebaev), que nos conoce y que sabe por dónde buscarnos las cosquillas. Será muy difícil.

-¿Qué han aprendido de la experiencia del año pasado?

-Hicimos una gran semifinal, pero por mucho que los analicemos no sabremos qué pasó: mala suerte en lanzamiento, defensas un pelín relajadas, que el equipo se veía en la final porque ganaba de seis a falta de siete minutos, alguna decisión arbitral... Esperemos no llegar a esta situación y matar el partido a tiempo esta vez.

-¿Le dedicaría el título a su abuelo?

-Claro. Siempre fue una persona muy importante para mí y me supo mal no poder dedicarle una medalla en el Mundial. Siempre tendré un grandísimo recuerdo de él y sería bonito dedicarle la Champions.

-Llevan cinco títulos y aspiran a dos más (Champions y Copa). ¿Qué supondría igualar el siete de siete títulos del dream team 

-Sería fantástico, hablaría muy bien de este grupo que lleva muchos años trabajando muy bien.