"Venían asustados, casi prefiero ser torero y salir a la plaza, decían..."

Llega y se pone a hablar, con un tono apagado, pero firme. De fútbol. De cuando el Sabadell fue a buscar un amigo suyo a La Mancha y, al final, acabó estando él en la Nova Creu Alta, iniciando una larga carrera que le llevó al mejor Granada de todos los tiempos, en la década de los 70, para acabar después en el Valencia, donde estuvo casi una década. Con porte lento y cierto aire quijotesco por esa barba que le hizo inconfundible en el fútbol español del siglo pasado, Ángel Castellanos (63 años) rememora para EL PERIÓDICO aquellos duelos con el Barça de Cruyff en la época final del franquismo, tras ser elegido como el mejor jugador de la historia del club andaluz.

­—Estaba usted en el debut de Cruyff en la Liga en el Camp Nou.

—No, no.. Aquel día estaba de baja por una lesión muscular. Yo quería jugar, pero me dijeron que no forzara. El Barça ganó aquel día porque yo no jugué ese partido (risas).

—Pero se enfrentó a Cruyff.

—Claro que sí. Le marqué incluso. Recuerdo que fui a seguirle en una jugada y me dio un tirón, no había quien lo atrapara. No veas el dolor que sentí. Johan era siempre muy educado conmigo. Tenía buenas palabras hacia mí. Hasta me animaba durante el partido: 'Bien, chaval, bien' Con Pirri, el del Madrid, me pasó algo similar. La primera vez que jugué en el Bernabéu pegué un disparo desde lejos, a bote pronto, y se estrelló en el larguero. 'Buen tiro', me dijo. Pirri era mi ídolo, me gustaba mucho su estilo, es de ese tipo de jugadores que cuando las cosas van mal siempre aparecen. Son futbolistas que no tienen precio.

-¿Qué recuerda del Cruyff que visitaba el viejo Los Cármenes?

-No era muy expresivo, pero en el campo tenía una elegancia increíble. Ese pase con el exterior, ese cambio, de ir lento, casi caminando, a romperte por velocidad... Esa calidad espectacular. Era muy difícil de marcar, pero lo recuerdo con mucho cariño. Como persona y como futbolista no se debía morir nunca. Cuando jugaba aquí, jugaba mucho más atrás que en el Camp Nou.

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-Porque tenía miedo de acercarse a los dos leones que teníamos nosotros en el centro de la defensa. Por eso, arrancaba desde mucho más atrás, jugaba en otro sitio, huía de la quema. Era muy listo Cruyff. Aún así, y con todo lo bueno que era, si te descuidabas un poco te volvía loco.

-¿Tanto miedo daban?

-Éramos un equipo antipático, correoso, muy difícil de ganar, como el Atlético de Simeone ahora. Falito, que era una bellísima persona, era quien menos caña daba ahí. Pero había otros jugadores que cuando pisaban el campo se transformaban. Recuerdo, por ejemplo, un día. Era un Granada-Barça, estábamos todo mirando el campo antes de empezar el partido. Vamos, lo típico. Y pasaba por allí, Marcial. Entonces, Aguirre Suárez, un argentino que teníamos atrás nosotros, se acercó a él y le dijo: '¡Che, rubio! ¿Te has despedido de la familia ya?'. Nos quedamos todos mirándole, mientras Marcial, desencajado, se iba al vestuario diciéndole a Falito: 'Mira lo qué me ha dicho' Y entonces Falito le respondió: '¿Qué quieres que te diga yo? ¡Si me dan caña hasta mí!?'. Estaban Montero, Fernández, el de la famosa entrada a Amancio, al que lesionó, Aguirre Suárez..

-Por eso, todos se echaban atrás.

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-Claro. Antes de llegar al viejo Los Cármenes tenían que pasar por la plaza de toros de Granada y sé que algunos decían: 'Casi preferiría ser torero y salir a la plaza que ir al estadio' Venían asustados, acojonados los pobres: '¿Por qué no me quedo aquí y no voy al fútbol?'. Unos más que otros, pero todos estaban asustados. Hay historias para escribir un libro. Éramos un equipo modesto y teníamos muy claro lo que debíamos hacer para ganar a los grandes. Nosotros, por ejemplo, en el debut de Molowny como entrenador del Madrid, ganamos 0-1 en el Bernabéu. Recuerdo también que un día, ya estando yo en el Valencia, se me acercó Di Stéfano: 'Usted, es Castellanos, ¿no?' 'Sí, míster, soy yo' Ah, usted es el chaval que jugaba bien en el Granada, pero ahora solo da patadas, ¿verdad?'. Tenía razón. Antes, era un futbolista más creativo, pero con los compañeros que tenía me acabé acostumbrando también a dar caña. Esa forma de jugar me perjudicó mucho. '¡Se olvidó usted de jugar, señor Castellanos!', llegó a decirme Di Stéfano.

-Tan duro era todo.

-Por supuesto. Soy consciente de que en aquella época todo el mundo daba patadas. Pues tú también tenías que darlas. Había futbolistas que eran muy guerreros. Otros, en cambio, te ponían a prueba. Pero enseguida te dabas cuenta de quién era facilón y no te aguantaba. Yo, por ejemplo, tenía peleas cada vez que jugaba contra Stielike, del Madrid. Si él me daba una patada, a los 10 segundos ya ibamos 1-1. En patadas, claro. No soy de buscar peleas, pero si me provocaban, me encontraban enseguida. En el viejo Los Cármenes éramos muy peligrosos, pero cuando salíamos fuera no tanto. Quiles, un delantero que teníamos, siempre decía lo mismo: 'Vosotros aquí dáis muchas patadas, pero fuera os cagáis' El pobre Quiles, Porta, que fue Pichichi con el Granada, y Dueñas, que estuvo en el Barcelona, paisano mio, elegante, muy buena persona, eran los que recibían luego fuera. Se quejaban ellos y con toda la razón del mundo.

-¿Qué jugador del Barça le gusta?

-Me encanta mi paisano Andrés Iniesta, es un jugador que alimenta a los tres de arriba. Ama el balón y como persona es educado, respetuoso, lo tiene todo. Pero yo me veo representado ahora en todo lo que hace Busquets. Es un jugador antiguo, de nuestra época. Tiene una generosidad tremenda, cuando debe hacer faltas las hace, recupera una cantidad de balones increíble y, además, no se complica la vida. Cuando los demás se van arriba, él siempre está protegiéndoles. A mí me tocaba todo eso. 'Tranquilo, lateral, ya estoy aquí', le decía a mis compañeros. Y Busquets es idéntico, a pesar de que la gente no sepa valorar realmente su trabajo. Son imprescindibles para que el equipo funcione.

-¿Ganará la Liga?

-Lo tiene todo, es difícil que se les vaya la Liga aquí. Es el favorito, pero eso no quita que el Granada le vaya a poner las cosas fáciles. Será un partido bonito, aunque, como es natural, el Barcelona es el favorito.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"\u00c1ngel Castellanos","position":"exjugador del granada","text":"El Bar\u00e7a es el favorito, pero eso no quita que el Granada le vaya a poner las cosas f\u00e1ciles\""}}-Con el tridente, todo es más fácil.

-Me da coraje que solo se hable de ellos cuando, en realidad, tienen un gran equipo detrás suyo. Sin Busquets, sin Iniesta, ¿qué sería de ellos, eh? Messi es un futbolista que lo tiene todo claro. Hay algunas veces que lo veo en el campo como si estuviera paseando por el parque, pero, de repente, te hace una jugada maravillosa. En el momento en que él dice 'ahora', no hay quien lo pare. Se mete por sitios increíbles, es muy difícil de marcar porque lleva el balón pegado siempre al pie, por lo que cambia de decisión a cada segundo. Cuando lo quieres pillar, no está.

-Suárez...

-Es guerrero, muy guerrero. A veces, hace algunas cosas feillas, pero es muy guerrero en el campo.

-Neymar...

-Es muy buen delantero, pero muy fácil de provocar. Demasiado fácil para mí. En nuestra época no habría durado nada en el campo. Ni 10 minutos, vamos. Si le toca con algunos de los leones que teníamos en nuestro Granada, lo habrían expulsado hasta en el túnel de vestuarios porque entra muy fácilmente a todo. Ahora todos los delanteros tienen suerte de que la televisión da los partidos. En nuestra época, no había tele. Por eso, sufrían tanto cuando venían aquí, a Granada.