LA JORNADA DE LA COPA DEL REY

El Valencia acorrala sin éxito al Madrid (1-1)

El equipo de Mourinho pierde a Casillas por lesión y acaba con nueve jugadores por las expulsiones de Coentrao y Di María

EMILIO PÉREZ DE ROZAS / Valencia

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Lo que no puede ser, no puede ser y, además, es imposible. O casi imposible si se viene de un partido como el disputado por el Valencia de Ernesto Valverde contra el Madrid de José Mourinho en el Santiago Bernabéu. En la ida de los cuartos de la Copa del Rey, Muñiz Fernández dejó sin señalar un penalti de Carvalho y se inventó, no uno ni dos, sino tres fueras de juego inexistentes de Soldado que, como muy bien se encargó de recordar el sargento Karanka no acabaron en gol... porque el árbitro no quiso. Y aquella noche, que tuvo, cómo no, en la pegada del Madrid (aún no recuperado, aún no agarrado al clavo ardiendo) a su mejor protagonista, concluyó con victoria blanca (2-0).

Algo parecido ha ocurrido en la vuelta en Mestalla (1-1), donde el público, pese al ridículo 0-5 del domingo en la Liga, nunca ha dejado de estar al lado de su equipo y de animarle. Porque, con una alineación cogida con alfileres, con multitud de bajas (Soldado, a última hora), el Valencia ha tratado de plantar cara con intensidad, personalidad, coraje y ganas a un Madrid que, desde que Mourinho la tomó con Casillas, no para de tener problemas en su portería: este miércoles, tras una salida en falso, boba, inocente de Iker, Arbeloa le ha pegado una patada en la mano izquierda que le ha dejado KO y ha vuelto a dar otra oportunidad a Adán.

Contragolpe mortal

Mientras el Madrid ha decidido protegerse con el resultado de la ida y la veteranía de jugadores como Coentrao, Khedira, Arbeloa, Albiol, Alonso y Benzema, y lo ha fiado todo, como casi siempre, a su mortal contragolpe, los blancos, que en esta ocasión han sido los valencianistas, han peleado hasta el último minuto. Nada más empezar, Viera (una de las novedades de Valverde junto a Cissokho, en el lateral derecho; Guardado, más avanzado, y Víctor Ruiz, de pareja creadora junto a Tino Costa) por poco supera a Casillas en el primer disparo. Y, no solo eso, Tino Costa ha tenido dos faltas, en los minutos 33 y 37, y Jonás, un testarazo en el 40 que se ha ido alto.

Pero el Madrid, que ha jugado con los mismos autores de la manita del domingo, con los relevos de Benzema por Higuaín y Varane por Carvalho, ha logrado el gol que ha enfriado el partido y ha resuelto definitivamente la eliminatoria. El equipo blanco se ha convertido así en el segundo semifinalista (el primero ha sido el Sevilla, que ha goleado al Zaragoza) y, aunque no ha silenciado el Mestalla como a la media hora del partido de Liga, sí ha desangelado los ánimos de los seguidores del murciélago. El gol inicial, cómo no, ha contado con la colaboración de un defensa valencianista, Ricardo Costa, que, en un intento de adelantarse y cortar el pase de Alonso a Benzema, se ha tragado el balón, dejando solo al francés ante Guaita y eso, en el caso del Madrid, suele ser siempre diana (m. 44).

Regalito de Adán

Los últimos 45 minutos, es decir, toda la segunda parte, han sido un ataque y gol de los locales, un entrenamiento con televisión en directo y un quiero y no puedo del Valencia, que, pese a empatar a los seis minutos de la reanudación, gracias a un regalo del joven Adán --se ha tragado bajo su cuerpo y entre sus manos una falta lanzada por Tino Costa--, no ha podido aprovechar el hecho de jugar contra 10 durante los últimos 40 minutos tras la expulsión de Coentrao (m. 51) por doble amonestación.

El partido, que ha acabado con el Madrid con nueve por coz de Di María a Pereira (roja directa, m. 88) y con Valverde poniendo a los pocos buenos que le quedaban, ha finalizado con dos hermosas ovaciones (idénticas a las que el estadio le ha dedicado al bicampeón Casillas tras lesionarse) para el regreso del chaval Canales, nueve meses después de lesionarse, y también, sí, también para el equipo che, que se ha dejado el alma en el campo y la eliminatoria en Madrid, a manos de Muñiz Fernández.