NOVEDAD EDITORIAL

Valdano: "Ahora el Che es Simeone; hace 20 años era Cruyff"

El exfutbolista y exentrenador argentino retrata a los diferentes actores del mundo del fútbol en una charla con EL PERIÓDICO

Jorge Valdano, en la presentación de su libro en Barcelona.

Jorge Valdano, en la presentación de su libro en Barcelona. / periodico

DAVID TORRAS

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«Escribir sobre fútbol es escribir sobre hombres que juegan o ven jugar. Escribir sobre fútbol es escribir sobre una pasión, y las pasiones son exageradas por naturaleza. En definitiva, escribir sobre fútbol es escribir sobre un juego exageradamente humano». Así empieza Fútbol: el juego infinito, el último libro de Jorge Valdano (Las Parejas, Argentina, 1955), una joya donde retrata con un estilo delicioso a los diferentes actores de un mundo que sigue girando alrededor de un balón pero que se ha convertido en un negocio global.     

­–Durante gran parte de su vida, el fútbol era su vida y escribir era una pasión. Ahora, el fútbol le acompaña de otra manera pero no parece fácil llenar ese vacío. Soy alérgico a la nostalgia. Siempre he creído que la vida es para ir adelante. Es una de las razones por las que no guardo ni una camiseta ni una foto, ni me veo en vídeos, ni juego en equipos de veteranos. En mi casa no hay rastro del futbolista ni del entrenador. Como si el fútbol no me hubiera pasado en mi vida. Creo que es porque me da miedo empantanarme en algo con que disfruté mucho, y que termina siendo peligroso porque siempre acabas contando las mismas batallitas. 

«Soy alérgico a la nostalgia. No guardo ni una camiseta, ni una foto, nada»

–Pero no es fácil renunciar a una vida tan intensa, y muy propicia a recrearse en lo que uno ha sido. Pero una vida que pasó. Hombre, si uno fuera actor que puede nacer y morir siendo actor, o escritor, pero el fútbol tiene una fecha de caducidad y mejor dar vuelta a esa página porque si uno quiere reeditar lo que vivió siendo futbolista, es imposible. No hay nada que lo sustituya, es demasiado fuerte, desafiar a un público, vivir de un juego, es demasiado hermoso como para que la vida te permita otra oportunidad de recrear un tiempo así.

–Un fútbol de otra época además... Era un fútbol más ingenuo, más pobre, más primitivo. Esta semana he recibido un documental que se hizo en Argentina de 8 capítulos del Mundial 86 y hay imágenes de la intimidad que grabó Olarticoechea, con Maradona que ya era un héroe planetario, pero parecemos un equipo de barrio, en la concentración, en nuestra manera de hablar, de vestir, de relacionarnos entre nosotros. Había una dimensión humana que se ha ido perdiendo. Los jugadores se han ido retrayendo, cada vez hay más distancia entre el aficionado y el futbolista, cada vez hay más periodistas dispuestos a contar cosas pero cada vez menos cosas que contar.  

–Dice que la esencia de antes era el balón y eso se ha perdido incluso entre los niños. Y ahora piden una camiseta antes que un balón, señal de que están más deslumbrados por los héroes que por el juego mismo.

«Antes el fútbol era más ingenuo. Ahora los niños piden antes una camiseta que un balón, están deslumbrados por los héroes»

–Pero los dos futbolistas más grandes, Messi y Maradona, muy alejados en el tiempo, en la esencia, no están tan lejos. Les une la pelota. Es que son dos jugadores que tienen una relación con el balón casi carnal. Son tan jugadores de fútbol como jugadores de pelota. Recuerdo un cuento del negro Fontanarrosa que me sobresaltó cuando lo leí, de un viajante que va a la provincia y a la hora de comer se pone a mirar por un ventanal y ve a un niño que se sienta en un banco con una pelota. De pronto el niño se levanta y se olvida de la pelota. Y entonces el viajante empieza a hablar de la decadencia de la humanidad, que dónde vamos a parar, que un niño argentino se olvide la pelota en el banco... Pero al llegar a la esquina el niño silba y la pelota se baja del banco y empieza a seguirle. Y me sobresaltó porque eso es siempre lo que ha querido cualquier niño, que la pelota te obedeciera hasta ese punto, y por eso a Maradona se le ha querido tanto, porque la pelota hacía lo que él quería, hasta el punto de que al final de su vida Diego se parece a una pelota: se ha mimetizado.

–La sensación es que la industria se ha apoderado del juego. La industria tampoco nos puede asustar. Al fin y al cabo, el fútbol está dentro del mundo, de la economía, y la pasta tiene que ver con la supervivencia de los equipos. No demonicemos al dinero. En el libro termino deduciendo que el dinero va a ser uno de los elementos que va a salvar el buen juego para captar nuevos aficionados y convertirlos en clientes; primero hay que fascinarlos, y con el resultado solo no alcanza.

–En el fondo, en muchos casos se ficha también una marca. A mí me dicen que Guardiola va a un equipo donde no va a sufrir mucha presión porque no tiene historia. Pero si justamente la sola presencia de Guardiola multiplica por diez la presión que tendrá el City. Ese es uno de los efectos que provoca Guardiola, una atracción mediática y de los aficionados de todo el mundo. Y encima no se le valora ni se le exige lo mismo que a los demás. Un tipo que gana en tres años tres Bundesligas, dos dobletes y compite en la Champions hasta semifinales, y a eso le llaman fracaso. Ya me gustaría a mi fracasar así.

–Siempre ha mostrado una rendida admiración por dos figuras muy ligadas al Barça: Cruyff y Guardiola. Para eso soy muy desacomplejado. Yo quiero mucho al Madrid, le estaré agradecido de por vida, pero quiero mucho al fútbol y lo que han hecho Johan y Pep por este juego no puedo dejar de reconocerlo y admirarlo. Son todos impulsos que están muy relacionados con mi sensibilidad, con mi manera de ver el juego. Cuando yo llego al Madrid, que le ganamos al Barça 5-0 y ganamos la Liga, y aquello cierra el ciclo del dream team, lo único que encontré en Cruyff fue comprensión y amistad. Cómo no voy a ser generoso con una persona así. Me parece admirable lo que hizo y además remando contracorriente.

«Cruyff elevó el buen gusto por el fútbol. En el Madrid, el poder es Florentino; en el Barça, Messi, y en el Atlético, Simeone»

–Peleó contra todo, dentro del propio Barça y fuera. Sí, sí, Cruyff peleó contra una cultura, con decisiones superatrevidas. Fue tremendo.  Ahora estamos viendo representado al Cholo como el Che Guervara que me parece una imagen potente, pero es una conquista del buen fútbol porque hace 20 años el Che se llamaba Johan Cruyff, que era una excepción a una norma mucho más vulgar del fútbol. Si el Che es Simeone es que el tikitaka es el establishment. Mira lo que hemos ganado, eso sí es una revolución, porque nos pone en el mejor escenario de los últimos 30 o 40 años. 

–Pero su idea se ha impuesto. La idea del Barça está metabolizada por el aficionado. Ya no admitiría la vulgaridad. Cruyff elevó el buen gusto por el fútbol. Ese es su gran logro. Y creó una escuela. Luego llegaron nuevos eslabones como Pep que, a la intuición de Cruyff, le puso método. Eso en el ámbito científico se llama la evolución de la especie.

–¿Y el Madrid? El Madrid tiene una característica esencial: es la resistencia a la derrota. Pero no tiene una hoja de ruta tan clara como el Barça, donde eslabones como el de Johan y Guardiola han terminado creando un estilo muy definido. No tiene esas personas que definan una escuela. 

–La escuela la dicta Florentino. El Madrid no se entiende sin la figura de Florentino. Hablo del fútbol y del poder. En cada club el poder lo representa una persona. En el Madrid es Florentino; en el Barça, Messi, y en el Atlético, Simeone.

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Lo que piensa Valdano sobre las figuras del Bar\u00e7a","text":"\u00abNeymar aparece con la misma naturalidad en la secci\u00f3n de deportes de EL PERI\u00d3DICO y en Vanity Fair. Tiene velocidad, imaginaci\u00f3n, habilidad y, sobre todo, valent\u00eda. Adem\u00e1s, sabe competir. El otro d\u00eda lo hubiera quitado en el descanso. Y \u00a0menos mal que no se fue. Mostr\u00f3 esa calidad competitiva que no le reconocemos. Esas cosas que no se esperan de una bailarina, pero cuando el equipo se lo exige aparece con un personalidad enorme\u00bb."}}