Una final para disfrutar

Huérfanos de baloncesto masculino de élite desde hace 7 años -esta misma semana hace ocho que Akasvayu ganó la FIBA Cup con un equipo de ensueño, irrepetible: Marc Gasol, Víctor Sada, San Emeterio, Middleton, Salenga, Germán Gabriel--, Girona ha vuelto a la primera línea del escaparate gracias al Spar Citylift Uni Girona, que está a solo dos victorias de un título mayúsculo: el de la Liga femenina. La final del play-off se inicia este sábado en Salamanca ante el Perfumerías Avenida (19.30 h), que tiene el factor pista a favor por su condición de primer clasificado de la liga regular. El segundo asalto se trasladará por Sant Jordi a Fontajau (la entrada será gratuita y que nadie descarte un llenazo), donde ya puede salir el campeón. Y si hay que volver a Salamanca, el desempate será el sábado 25.

A bote pronto, lo del Uni Girona ha sido un trabajo de hormiga. Sin prisa, sin pausa. Hace diez años el club se gestaba. Y el curso 2008-2009 ascendió a la élite, donde se ha mantenido las seis últimas temporadas. Siempre con nota dentro de la pista (nunca más abajo del quinto puesto) y también fuera, equipo y club, hasta coronarse esta temporada con la matrícula de honor. Futbolizando su explosión, sería el Llagostera del básquet.

Nadie discute que el Perfumerías Avenida, que disputará su décima final consecutiva, es el favorito (14 títulos en 10 años: una Euroliga, tres ligas, cuatro copas, cinco Supercopas de España y una Supercopa de Europa), pero el Spar Citylift le ha ganado en los dos partidos de Liga con una autoridad indiscutible (56-64 en Salamanca y 75-53 en Fontajau). El corderito es la bestia negra.

«No nos hemos de poner presión. No hemos de ganar la Liga, si no que podemos ganarla». Son palabras de Noemí Jordana, la directora de una orquesta que hace música celestial y que trata de traspasar las urgencias al rival en una final donde los pequeños detalles serán trascendentes.

«Las dos victorias ante Perfumerías no sirven de nada», añade Brittany Chambers, muy convencida que sería un error vivir de los triunfos cosechados en octubre y enero ante las salmantinas. Mención aparte para la MVP, Ify Ibekwe, que anota, rebotea y hace muchas más cosas, todas bien. «Somos más fuertes en el aspecto mental que hace cinco meses», afirma.

LA SEGURIDAD DEL TÉCNICO

Queda el entrenador, Roberto Íñiguez. Su balance es inmaculado: 40 victorias, cero derrotas. Con el Ros Casares (30-0) y con el Spar Citylift (10-0). El técnico, padre del futbolista del Girona cedido por el Villarreal Pablo Íñiguez, aterrizó por sorpresa en febrero en Fontajau.

Nadie esperaba la dimisión de su antecesor, Ramon Jordana, cuando el equipo se mantenía en la zona de privilegio pero la plantilla había desconectado del técnico. «Me gustaría que mi equipo disfrutase más que el Salamanca la final. Sería una muy buena señal, y equilibraría la falta de experiencia. Ahora hemos de mirar de disfrutar, que no quiere decir no competir. Guiñarnos el ojo, con una sonrisa en la cara», apunta Roberto Íñiguez.

«Por mucho que digan y por mucha presión que se quiten, el Salamanca es el favorito. Para nosotros es la primera final y la jugaremos para ganar. Vamos a Salamanca a ganar y no a ver que pasa», añade el técnico. «Ahora tenemos mucha química y una gran confianza». Esta última frase de Ibekwe ya denota que la regeneración anímica en el vestuario ha sido total.