EL CONJUNTO BLANQUIAZUL SIGUE EN ZONA DE DESCENSO

Una defensa de cristal

El Espanyol ha recibido ocho goles en cuatro jornadas Sergio se decanta por el juego directo y la imagen del equipo mejora, pero se mantienen los mismos problemas atrás

En tensión 8Sergio González, el pasado sábado, durante el partido que disputó el Espanyol ante el Málaga.

En tensión 8Sergio González, el pasado sábado, durante el partido que disputó el Espanyol ante el Málaga.

JUAN TERRATS
BARCELONA

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El Espanyol suma dos puntos de 12 posibles en uno de esos inicios de Liga ya habituales para los seguidores pericos. Esta crisis de inicio de curso debería solucionarse con mantener la confianza a Sergio González, pero la historia de la entidad dice lo contrario: en los últimos 14 años, ha habido malos comienzos en cinco temporadas que han acabado con cuatro destituciones. En este sentido, la dirección deportiva tiene claro que Sergio debe cumplir su contrato. «Es un hombre de la casa, conoce el vestuario y tiene todo nuestro apoyo para que consolide el equipo en Primera», señala Óscar Perarnau, el director deportivo.

Ganar al Getafe

No importa el estilo, ni la táctica, ni los sistemas. Vale todo si el equipo suma y huye de los tres puestos de la cola. La única solución para que el proyecto de Sergio siga su curso es ganando al Getafe en casa y puntuando el domingo en Córdoba, para sacudirse los fantasmas de los  nervios y la falta de confianza en el trabajo del entrenador. Está claro que hay urgencias y que Sergio lleva cuatro jornadas buscando el sistema ideal y los hombres adecuados para batir a los rivales. Javi Gracia, el técnico del Málaga, uno de los candidatos a recoger el testigo que dejó Javier Aguirre, actual seleccionador de Japón, en el banquillo perico, comentó antes de enfrentarse al cuadro catalán: «Tenemos la incertidumbre de que el Espanyol ha presentado sistemas de juego diferentes en este inicio de campeonato».

Sergio está buscando una fórmula para que el equipo no sea tan blando atrás. El primer paso para reconducir la situación es ser más fuertes en la organización defensiva, el punto débil de un grupo que ha recibido ocho goles en cuatro partidos. Demasiado lastre para sacar adelante los encuentros. Aunque también han pesado los graves errores arbitrales que ha sufrido el Espanyol en todas las jornadas.

El grupo de Sergio ha marcado cinco goles y se encuentra en la zona de descenso mientras que el Granada solo ha logrado cuatro, pero saborea un puesto europeo. ¿Cuál es la diferencia? Que el Granada solo ha recibido dos goles. Los equipos competitivos se construyen desde atrás. El Málaga confirmó el sábado que la defensa blanquiazul es de cristal. En un mal partido, marcó dos goles con pasmosa facilidad. El Espanyol no supo aguantar sus dos ventajas en la segunda parte, especialmente tras el gol de Stuani  (m. 87). El equipo tuvo que cerrar el resultado sin un susto. Y no pudo. Independientemente de que el gol del empate llegara tras una mala decisión del colegiado.

«El empate final nos dejó un mal sabor de boca, aunque el equipo salió reforzado», afirma Víctor Sánchez, que tuvo más libertad de movimientos porque Cañas se colocó más cerca de los centrales. «Estoy más cómodo sin un trabajo defensivo específico. Me puedo soltar más y ayudar a los de arriba», destaca el centrocampista. Volvió el pase largo, el juego directo y la segunda jugada al Power8 Stadium y el equipo jugó su mejor partido de la temporada. Pero empató por su endeblez atrás. Una sangría.

Vicios del club

Sergio ha demostrado que tiene dudas, lógicas porque no están llegando los resultados, pero el que no puede estar buscando un recambio al banquillo por este mal arranque es el consejo de Collet, quizás viciado por la reciente historia de la entidad que nunca ha mantenido al entrenador cuando el equipo solo ha sumado dos puntos en la cuarta jornada. Hace dos años, Mauricio Pochettino cayó en la jornada 13 tras un comienzo parecido al de Sergio. Pero las estadísticas están para romperlas.