Una Copa muy cara

Aficionados del Barça pitan el himno en el Camp Nou, el pasado 30 de mayo.

Aficionados del Barça pitan el himno en el Camp Nou, el pasado 30 de mayo.

ANTONIO MERINO / MADRID

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Casi dos meses después de la final de la Copa del Rey se ha pasado factura por la pitada al himno español en el Camp Nou por buena parte de los seguidores del Barça Athletic. La Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Violencia en el deporte ha propuesto al Ministerio del Interior un total de 1.237.000 euros en multas, aunque se ha evitado el cierre del feudo azulgrana al no ser propuesta esa medida.

No se ha salvado nadie. Ni los contendientes de la final, que han visto unos criterios muy diferentes para uno y otro por parte de Antiviolencia, ni la Federación Española de Fútbol (RFEF), organizadora del evento. Tampoco las asociaciones que planearon la protesta al himno ante la presencia del Felipe VI. A Catalunya Acció, que repartió 10.000 silbatos en el Camp Nou, le ha salido a 10 euros cada pito. Su presidente, Santiago Espot i Piqueras, también deberá responder a una fuerte sanción (90.000 euros). En el Camp Nou se alcanzaron 119 decibelios, 21 menos de los 140 que se consideran como el umbral del dolor para el oído.

NADIE PROPONE EL CIERRE

A los firmantes del manifiesto que solicitaba que se pitara el himno en la cita del 30 de mayo se les ha aplicado el artículo 7 de la ley 19/2007 contra la violencia, racismo, xenofobia e intolerancia en el deporte. Habla de no entonar «cánticos, sonidos o consignas racistas que inciten a la violencia o al terrorismo o supongan cualquier otra violación constitucional».

En cuando a la federación, la falta de un informador sobre posibles actos violentos le costará un dinero al organismo que preside Ángel María Villar y que está enfrentado al Consejo Superior de Deportes (CSD), estamento del que depende Antiviolencia. El incumplimiento de las obligaciones relacionadas con el «dispositivo de seguridad» también le sale caro a la federación.

La cosa pudo ser peor porque, atendiendo al deseo de Javier Tebas, que llegó a hablar de suspender un encuentro ante este tipo de actos o de parar el partido, Miguel Cardenal, presidente del CSD, afirmó ayer que el Camp Nou «pudo haberse cerrado, pero nadie lo pidió». La ley contempla esa posibilidad, pero ninguno de los asistentes a la reunión extraordinaria lo solicitó. Ni siquiera el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, ni los miembros de las Fuerzas de Seguridad, ni de la federación.

APLICACIÓN DE LA LEY

Según Cardenal, la propuesta de sanción no es «extraordinaria ni ejemplarizante, sino una aplicación rigurosa y estricta de la ley». El secretario de Estado para el Deporte apuntó que en el 2015 son ya 152 las propuestas similares por infracciones graves. Según Cardenal, millones de españoles vieron cómo se ofendía a un símbolo. No lo entendió así Xavi Hernández, que manifestó que no se debería sancionar los pitos al himno. «Estamos en democracia y la gente tiene libertad de expresión. Deberían preguntarse más por qué pasa esto y no sancionar», dijo el excapitán azulgrana.