El último desafío de Messi

Trifulcas, entradas a destiempo, arbitrajes peligrosamente permisivos, sanciones, un accidente de coche, pocos goles (40 en 18 partidos) y escaso juego es el bagaje que deja la fase de grupos en esta edición de la Copa América. Chile-Uruguay (1.30 h. de la madrugada del miércoles al jueves), Bolivia-Perú (viernes, 1.30 h.), Argentina-Colombia (sábado, 1.30 h.) y Brasil-Paraguay (sábado, 23.30 h.) son los cruces de cuartos de final, todos televisados por Canal + Liga.

Argentina, Brasil y Colombia, llamadas a ser las grandes protagonistas del torneo por la colección de estrellas que atesoran, han superado sus respectivos grupos dejando por el camino más dudas que certezas. Las tres están obligadas a cambiar su imagen si quieren optar a la conquista del torneo.

Chile y Argentina, favoritas

Hasta el momento, la única selección que ha superado las expectativas es Chile. El conjunto anfitrión, espoleado por su afición, tiene entre ceja y ceja levantar la primera Copa América de su historia gracias a la mejor generación que ha dado el país en las últimas décadas.

Brasil intentará contra Paraguay el más difícil todavía sin su gran estrella, Neymar, sancionado lo que resta de torneo después de la trifulca con el equipo cafetero. La irregular Argentina, liderada por Messi, ha jugado con el freno de mano puesto y dejándose llevar durante algunos tramos, mezclando ratos de buen juego bajo la batuta de Pastore con periodos de desconexión que le costaron el empate contra Paraguay y severos sustos frente a Uruguay y Jamaica.

Chile y Uruguay abrirán los cuartos de final. Son dos contendientes de características antagónicas. El cuadro de Sampaoli, enérgico, bien organizado y de clara vocación atacante (10 goles en 3 partidos) tratará de derribar el muro charrúa, un equipo rocoso y defensivo al que no le interesa el buen trato de balón. La inspiración del eléctrico Alexis, la garra y el trabajo de Vidal y Medel, y la visión de juego del mediapunta Valdivia, el hombre que mueve los hilos en el centro del campo, son los mejores argumentos de Chile frente al espíritu irreductible de Uruguay, personificado en las figuras de Godín y Giménez, los dos centrales del Atlético. «La presión es para Chile, es su ocasión de ganar la Copa América», declaró el capitán uruguayo, cediendo la etiqueta de favorito a su rival. El que salga vencedor de este cruce se enfrentará en semifinales al ganador de la eliminatoria entre Bolivia y Perú, sobre el papel los equipos más débiles.

El otro lado del cuadro depara el emparejamiento más atractivo de estos cuartos de final. Argentina y Colombia lucharán por la clasificación con la amenaza de Brasil en el horizonte, a priori clara favorita frente a Paraguay.

Poco acierto ofensivo

El combinado del Tata Martino, principal candidato para conquistar un título que se le resiste desde 1993, necesitará mayor continuidad en su juego y la mejor versión de Messi, autor de un solitario tanto de penalti. La escasa puntería cara al gol (con el 12% de acierto en los remates) preocupa a la expedición argentina porque su dominio de los partidos no se refleja en el marcador. La albiceleste se encomienda a su fortaleza defensiva y especialmente a la conexión del 10 con Pastore, su mejor socio sobre el terreno de juego.

«Messi es de otro mundo», reconoció el madridista James Rodríguez, el hombre llamado a liderar a una Colombia que en nada recuerda al conjunto fresco y alegre que maravilló en el pasado Mundial. Un solo gol en tres partidos (marcado por el central del Granada Murillo) es un balance muy pobre si se tiene en cuenta la nómina de delanteros que tiene Colombia. Falcao parece una sombra de aquel tigre intimidante que lo remataba todo y Jackson, Bacca y Teófilo apenas aportan soluciones.

Por su parte, Brasil intenta rehacerse de la pérdida por sanción de Neymar. Willian y Robinho son los elegidos por Dunga para asumir el papel decisivo del astro del Barça. «Un equipo campeón no puede depender de un solo jugador», asegura Robinho.