El partido del rival

Triunfo agónico de un Madrid pálido (1-0)

Un gol de Di María rescata al equipo de Mourinho en su peor encuentro del campeonato ante un Sevilla sin ambición y demasiado especulativo

ANTONIO MERINO / Madrid

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El Madrid despidió el año con una victoria agónica en su partido más gris de toda la temporada. Ni tuvo fútbol ni esa pegada que le rescata de situaciones embarazosas. Solo cuando se quedó con 10 por la expulsión de Carvalho a la hora de juego llegó la solución por la vía de la heroica en un encuentro muy bronco. Un gol de Di María tumbó a un Sevilla (1-0) que se movió entre la especulación y la falta de ambición y que sufrió su quinta derrota consecutiva en la Liga.

La sombra del primer pinchazo en casa sobrevoló por el Bernabéu. El Madrid fue un equipo plano. Sin Xabi Alonso, careció de rumbo y de creación en la medular. Todo quedaba reducido a un golpe de efecto, a un contragolpe o a un misil de Ronaldo. Nada de eso llegó en una primera mitad en la que el Madrid fue el equipo más previsible de lo que va de curso. Sin brújula, sin nadie que le diera salida a la pelota, ni por el centro ni por la izquierda por la ausencia de Marcelo, los de Mourinho no encontraron más soluciones que el juego directo y alocado.

MOMENTOS DE ZOZOBRA / Enfrente, el Sevilla se metió de lleno en un trabajo destructivo para desactivar la escasa producción ofensiva de su rival. Romaric y Zokora trabajaron lo suyo para desconectar la escasa pegada de los blancos. Arriba, Manzano salió con todo. Negredo y Luis Fabiano agitaron a la defensa del Madrid, que tuvo momentos de zozobra.

En el otro área apenas hubo sobresaltos para Palop. Dos faltas de Ronaldo y un disparo de Di María fue todo el bagaje de un equipo del que intentó tirar Sergio Ramos ante la escasez de idas de Lass y Khedira, dos jugadores que valen para todo lo que no sea trasladar el balón con criterio. Eso también lo vio Mourinho, que no se estrujó la cabeza en busca soluciones, ni siquiera cuando el público silbó al equipo pasada la media hora. Sin Xabi Alonso, Granero parece el único futbolista capacitado para llevar la manija del equipo en situaciones de emergencia, pero Mourinho apostó por el estilo vehemente, basado en una verticalidad obsesiva y carente de orden.

OCASIÓN DE NEGREDO / Ante eso, el Sevilla se limitó a esperar y a salir con cierto peligro. Negredo se lió dentro del área en una posición inmejorable y Pepe despejó el balón (m. 23). Un minuto después, Escudé cabeceó un saque de esquina y el balón salió cerca del palo. Peor lo pasó Casillas en una falta que lanzó Romaric y que el meta sacó como pudo (m. 45).

La segunda mitad no trajo ningún cambio de decorado. El Madrid mantuvo sus revoluciones, pero comenzó a desesperarse y a entrar en el juego de guerrillas del Sevilla. En pleno desconcierto blanco, Negredo se plantó solo ante Casillas y tiró arriba en la ocasión más clara del encuentro (m. 58). Esa acción debió aclarar la libreta de Mourinho, que dio entrada a Granero y Pedro León (m. 60). Sin embargo, dos minutos después, Carvalho vio la segunda amarilla por un codazo a Negredo en un salto. El Madrid derivó hacia la épica. Un claro agarrón de Escudé a Granero dentro del área que el árbitro pasó por alto elevó aún más la temperatura del choque.

En pleno estado de ansiedad, Di María sacó a su equipo del gran problema en el que estaba metido. Aprovechó un rechace para recortar a Palop que salió de su portería persiguiendo al jugador argentino, que marcó con la izquierda (m. 76). Un gol que rescató al Madrid de las tinieblas en su peor entrega.