Tridente goleador

Celebración de Neymar

Celebración de Neymar / periodico

MARCOS LÓPEZ / Barcelona

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En un día, y repartidos los tres delanteros del Barcelona por Asia, han firmado ocho goles, justo a 10 días de visitar el Bernabéu donde se encontrarán, por vez primera, MessiNeymar y Luis Suárez. "No sé cual es mi límite", afirmó este martes el delantero brasileño tras rubricar cuatro tantos al inocente Japón de Javier Aguirre, el extécnico del Espanyol, entrando en la historia de la 'seleçao'. Mientras en Hong Kong, Messi pudo lograr dos goles en apenas media hora, pese a que Tata lo dejó inicialmente de suplente. "Lo que interesa es los encuentros oficiales, pero ganar siempre suma", ha dicho la estrella azulgrana, al que le dio tiempo incluso a firmar un autógrafo en pleno partido. Y Luis Suárez recibirá este miércoles en Barcelona la Bota de Oro, que le acredita como el máximo goleador europeo de la temporada pasada junto al madridista Cristiano.

 Por separado caen goles del tridente. Suárez, por ejemplo, dibujó dos a Omán, Neymar, con sus cuatro a Japón (dos con la pierna derecha, uno con la izquierda y otro con la cabeza), iguala un viejo registro de Romário (2000) y se coloca, con apenas 22 años, en el quinto lugar de máximos realizadores de Brasil, el tercero si se miran los promedios solo superado por Pelé y Romário. "Es algo increíble, ni en mis mejores sueños con la selección habría imaginado algo así", ha dicho el delantero azulgrana, que se ha reencontrado con el gol. No solo con el Barça (siete tantos en seis partidos de Liga que ha jugado) sino con Brasil: cinco en cuatro encuentros. Y Messi, aunque sea suplente como ayer en Hong Kong, a lo suyo. Otros dos tantos más: lleva ya 44 con Argentina superando a Crespo (35) y Maradona (34) y fijando ahora su mirada en Batistuta (56). Como Neymar que amenaza a Pelé. Ni más, ni menos. "Mi meta no es superar a Pelé, sino seguir marcando goles para ayudar a la selección", ha dicho el 'diez' de Brasil, al que ha encontrado acomodo Luis Enrique en el Barça acercándolo más en el campo a Messi.

El encaje azulgrana

Ahora falta que los capitanes de Brasil (Neymar) y Argentina (Messi) coincidan en el Barça con Suárez. Y que Luis Enrique halle la fórmula adecuada para sincronizar esos movimientos ofensivos. Hasta ahora, y tras nueve partidos oficiales, el técnico azulgrana ha dibujado un traje táctico para el equipo pensando en el delantero uruguayo. Pero sin Suárez. A partir del próximo 25 de octubre, esas piezas están obligadas a conectar. Mientras, y por separado, las tres estrellas van marcando goles para reforzar su autoestima aunque sea en amistosos con mucho más valor comercial y, por supuesto, económico (OmánJapón y Hong Kong) que deportivo.

Acabados ya los bolos de las selecciones, el Barça pasa a ser prioridad absoluta para el tridente, a punto de conocerse en el campo con la camiseta azulgrana. A Suárez aún le queda un último acto antes de sumergirse en el fútbol. Será hoy cuando reciba la Bota de Oro en la Antigua Fábrica Damm, el trofeo que certifica su reinado en el fútbol europeo como máximo goleador del Viejo Continente: sumó 31 tantos en 31 partidos, sin tirar penaltis y perdiéndose seis encuentros por sanción en la Premier. Será Kenny Dalglish, una leyenda del Liverpool, el técnico que lo llevó a Anfield, el que entregue tan dorado botín al uruguayo.

Después, Suárez verá desde la grada del Camp Nou el duelo del sábado con el Eibar y el choque europeo del martes con el Ajax antes de sentirse, al fin, el nueve del Barça. Y ser la tercera punta del tridente goleador.